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ACB | Bozidar Maljkovic

"Florentino ha facilitado todos nuestros fichajes"

Bozidar Maljkovic (Otacec, Serbia, 1952) alcanzó hace años la categoría de gran maestro en baloncesto. Sus trofeos en Yugoslavia, Grecia, Francia o España le acreditan. Ahora reafirma su valía dotando al Real Madrid de un carácter ganador que no mostraba desde hace algunas décadas.

Actualizado a
"Florentino ha facilitado todos nuestros fichajes"
MACARIO MUÑOZ

Su Madrid recuerda al de los mejores tiempos. Descubra los secretos, sus cinco mandamientos deportivos.

Primero: jamás podrás recuperar un entrenamiento o un encuentro perdidos.

Segundo...

Nada de egoísmos. Un jugador desde estar dispuesto a jugar tres minutos y sumar tres puntos, o 33 minutos y 33 puntos, siempre que el equipo gane.

Tercero...

Los entrenamientos deben exigir más esfuerzo que los partidos. Si en los ensayos hay que jugar mejor y sacrificarse más, los encuentros se afrontarán casi como una gratificación. Claro que hay cosas que no pueden anticiparse, como la presión ambiental y los nervios de los jugadores.

Cuarto...

En serbio balón es un término femenino (lopta), como pelota. Por ello decimos que hay que dedicarle tiempo, cariño, mimo. Incluso dormir con ella. Si no lo haces te dará problemas. En mis equipos está prohibido darle patadas a la pelota. Y el capitán debe cuidar siempre el balón de juego, mantenerlo consigo en el vestuario.

Quinto...

Un equipo funciona bien cuando hay reconocimiento interno. Por ejemplo, Gelabale reconoce que Herreros tira mejor que él y se motiva para igualarle. Y Herreros reconoce que Mous (Sonko) defiende mejor y trata de emularle. Y Mous admite que Elmer (Bennett) tiene más visión de juego e intenta progresar en ese campo. Y Bennett reconoce que Bullock penetra mejor a canasta, y trabaja para equipararse. Así, los jugadores inteligentes progresan porque tienen el ejemplo al lado, hay una competición sana entre ellos.

Más dogmas.

El día de partido es día de fiesta. Si das todo lo que puedes dormirás tranquilo, ganes o pierdas. Y no basta con jugar bien en casa; eso pueden hacerlo hasta los cobardes. Los valientes, los grandes campeones, se hacen jugando bien en territorio hostil.

De grandes jugadores sabe usted mucho.

Destacan los que mantienen la mente fría en los instantes de más dificultad. Cuando el partido está caliente, el público aprieta, los árbitros están en contra y el equipo rival lucha a muerte, es cuando hay que razonar con mejor lógica, con más frialdad.

¿Y normas para el club?

Un gran club debe actuar, en un ochenta por ciento, como un ministro de asuntos exteriores, con mucha diplomacia, evitando conflictos. Pero en momentos determinados hay un veinte por ciento en el que debe mostrarse muy agresivo. Contra todos.

¿Ocurre eso en el Madrid?

Creo que el equipo de baloncesto no tenía el respeto debido en los estamentos nacionales. Hemos hecho lo máximo posible para corregirlo. Y a nivel interno el visto bueno del presidente ha facilitado todos nuestros fichajes. Hemos apostado por un equipo atípico, valiente, con dos americanos que no llegan al 1,85 (Bennett, Bullock) y refuerzos de semidesconocidos como Gelabale o Hervelle.

Todo muy bonito, pero aún no han ganado nada.

Exacto: no hay ningún fundamento para la euforia. Lo único que tenemos es un buen inicio de Liga y un mal arranque de Euroliga. Todo lo demás está por hacer. Ahora me obsesiona reaccionar en Europa, porque el Madrid tiene que estar en esa gran vitrina que es el Top 16 de la Euroliga. El sitio del Real Madrid está entre los grandes.

¿Por eso usted estaba predestinado a entrenarlo? ¿Por eso rechazó incluso el puesto de seleccionador serbio?

La verdad es que tenía una intuición, reforzada por la opinión de amigos como Djordjevic, Radomir Antic, Zoran Savic, Nicola Loncar o Pedja Mijatovic, todos los cuales me decían que el Madrid era mi destino lógico, que esperase.

Algunos le consideran un técnico ultradefensivo, antibaloncesto.

Son los mismos que en fútbol cuestionan a Zidane o Raúl, indiscutibles campeones. Si no respetan mis veinte títulos nacionales e internacionales es que no saben valorar nada. Era más fácil intentar desprestigiar al entrenador de un Limoges con presupuesto de dos millones de dólares que explicar cómo había eliminado al gran Real Madrid de 15 millones.

Fanático del trabajo diario

Maljkovic controla hasta el mínimo detalle en el día a día de sus equipos y exige intensidad máxima en los ensayos, aunque intenta siempre desarrollarlos en ambiente agradable.