Gomelski, el último zar

Gomelski, el último zar

Hasta Gomelski se ha muerto. Si es que la Parca es la que manda. Está claro. El 'zorro plateado', el 'general' o simplemente 'papá', héroe nacional del baloncesto tanto

soviético como posterior, se va al cielo donde botan el balón Belov, Chamberlain, Díaz Miguel, Saporta, Korac, Fernando Martín, Bias, Petrovic y demás glorias de este deporte pequeño en audiencia ahora mismo en nuestro país, pero gigante de la historia.

Gomelski fue el azote desde el norte para el baloncesto latino y para el estadounidense, con la brillante victoria en Seúl 88.

Yo creo que el Real Madrid siempre lo quiso aquí, aunque sólo le dio la oportunidad, un tanto excéntrica, el por entonces llamado Tenerife N1 de la Liga ACB.

Tarakanov, Tachenko, Volkov, Sabonis, Marchulenis y decenas de jugadores más progresaron gracias al trabajo junto a Gomelski.

Al principio, para ser el látigo con la selección y el CSKA. Y, tras la caída del muro y del comunismo, también con otro CSKA capitalista liberal, el de los extranjeros fichados a golpe de talonario. Ya como presidente desde 1997 del mítico club del ejército rojo, se quedó este año a las puertas de otro título continental. Lo frenó inesperadamente el TAU Vitoria en la Final Four. Se quedó sin su última medalla. Aunque con el oro de Seúl ya le bastó. Como aquél que tiene tanto que no quiere más. No abundan. Pero él se conformaba.