Vistalegre albergó la segunda sorpresa madridista del nuevo año, que en una semana ha registrado la inesperada renovación del técnico serbio Bozidar Maljkovic hasta 2008 y la contundente victoria sobre el Breogán Lugo al cabo de una racha de nueve derrotas en doce partidos -entre ACB y Euroliga-.

La Copa del Rey sigue a tiro para los blancos por méritos deportivos. El Breogán contribuyó a que el Madrid mantenga abierta esa vía de acceso al torneo copero de forma decisiva porque, al margen del buen partido que hizo el equipo de Maljkovic, los gallegos fueron una sombra sobre el parqué de Carabanchel.

El técnico serbio pudo celebrar su renovación sin sobresalto alguno. De paso, los hombres que dirige recuperaron sensaciones positivas olvidadas hace tiempo. En ese capítulo entra la fuerza combinada que despliega el dúo formado por el estadounidense Louis Bullock y el también serbio Igor Rakocevic. Los dos exteriores del Madrid, y también es un síntoma positivo, ejercieron un liderazgo discreto, eficaz, pero sin excesivo protagonismo. Entre otras cosas, porque Rakocevic apareció en el choque al final del primer cuarto, cuando la diferencia ya empezaba a denunciar el desbarajuste lucense.

Méritos para perder

El Breogán hizo méritos para perder desde el mismo salto inicial. Los gallegos dieron la baja al estadounidense Tyrone Grant después de perder con el Fórum, en la jornada anterior, y ya suman cuatro derrotas seguidas.

En Vistalegre bastaron cinco minutos para que el Madrid superase los diez puntos de ventaja (13-2). El acierto local en esa fase arrojó porcentajes de lujo, es cierto, aunque no vale como excusa para el equipo de Moncho López, capaz de hacerlo infinitamente mejor sólo con poner un poco de actitud. Dos hombres del banco, los italianos Marco Carraretto y Juan Sartorelli, hicieron lo posible por sacar de la oscuridad a los suyos.

El cuadro lucense, no obstante, acabó el primer cuarto a diecisiete puntos de distancia (27-10) y el impulso de los transalpinos quedó en una mera anécdota. Carraretto y Sartorelli esbozaron una remota posibilidad de reconducir la situación en el segundo cuarto. La cosa no fue a más.

El Madrid cerró la primera parte con una bonita jugada entre el francés Moustapha Sonko y Rakocevic, que hizo una preciosa entrada a canasta delante del norteamericano Pete Mickeal, para dejar la brecha intacta en veinte puntos (49-29).

El Real Madrid dejó el partido visto para sentencia en el tercer tramo. El Breogán ya no existía (72-39 m.29) y el belga Axel Hervelle tuvo que retirarse al sufrir una hiperextensión de la rodilla en una jugada fortuita con Alfons Alzamora por un rebote. A través de esa acción asomó el único lunar madridista de la matinal en Carabanchel.

Sin acordarse del banco

Maljkovic siguió sin acordarse del banco pese a tener el choque más que resuelto. El único gesto del serbio hacia los 'suplentes' consistió en dar entrada para jugar la mitad del último cuarto a Eduardo Hernández Sonseca, un pívot repescado del Gran Canaria al final de la pasada campaña que ha dado muestras más que sobradas de su valía; en regalar tres minutos a Héctor García y en hacer otro tanto de lo mismo con el bosnio Nedzad Sinanovic. Poco, pero mejor que nada.

Eso sí, el Madrid tampoco tuvo problema para establecer la mayor diferencia de la velada con esos hombres en pista (94-51 m.39) y, mientras tanto, el Caja San Fernando ganaba al Estudiantes en Sevilla y terminaba de allanarle el camino hacia la Copa.