Nada mejor que una victoria sobre el eterno rival para salir de una crisis. Es posible que el Madrid sea vapuleado hoy por el Tau, es posible que se quede con las manos vacías en esta Copa, pero su victoria de ayer frente al Barcelona evitará que su actuación se califique como fracaso. Incluso cabe la posibilidad de que, recuperada la autoestima, el conjunto blanco siga dando sorpresas.

Es difícil concebir que un partido tan pasional como el de anoche pueda radiografiarse con cifras, pero en gran medida ocurre así. El acierto en los triples lo explica casi todo. En los primeros 20 minutos la puntería fue blaugrana: 6 de 13, frente a un horrendo 2/15 del Madrid. Consecuencia: el Barça se escapó 13 arriba en el tanteo (24-37, min. 17).

En la segunda mitad, vuelta a la tortilla. Naufragio barcelonista (0/10) y resurgir madridista (9/19). Consecuencia: 23-3 de parcial. De la fosa (54-62, min. 33) al paraíso: 77-65 a pocos segundos del final. Nadie podía creerlo, pero el Madrid estaba en la semifinal.

Claves.

Todas esas cifras tenían una triple justificación. Primero, la defensa en zona planteada por Maljkovic cuando todo parecía perdido y que frenó en seco al Barcelona (16-0). Segundo: la participación de Bullock en el partido. Se le daba por descartado, pero se recuperó a tiempo de su rotura fibrilar. Tercero: el espíritu guerrilero del Madrid. Cuando en el partido predominó la técnica, la pizarra, dominó el conjunto azulgrana. Cuando el Real revolucionó el tempo de juego, cuando convirtió la sinfonía en rock and roll, el dominio fue blanco. El épico triunfo madridista, sin embargo, no debe ocultar que Bullock, Rakocevic y Felipe Reyes han sido los únicos fiables en ataque.

Bullock acabó con contracturas

En los últimos instantes del choque, cuando todo estaba virtualmente resuelto a favor del Real Madrid, Louis Bullock pidió el cambio y se retiró cojeando. Se temió una recaída en la lesión de pequeña rotura fibrilar, pero se trataba, al parecer, de simple contractura de gemelos.

Los triples hundieron al Winterthur

Los triples dictaron sentencia. Lo que en la primera mitad lanzó al Barcelona (4 de 4 en el primer cuarto y 6 de 13 al llegarse descanso), le hundió al final: 0 de 10 en la segunda parte. El Madrid, 9 de 19 en la reanudación.