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Yo digo | Jordi Villacampa

Contento por el club y la afición

Jordi Villacampa
Actualizado a

No he podido esconder, aquí en Kiev, mi emoción por la victoria de nuestro equipo en esta final de la Copa FIBA. La verdad es que esto compensa los nervios que pasas todo el año. Hablando de nervios, los míos al principio del partido. Sufrí como un cosaco cuando el Khimki se puso 2-9 a las primeras de cambio. Pero estaba convencido de que el equipo se metería dentro del partido y que, jugando como sabemos, remontaríamos. ¡Y de qué manera! Jugamos de manera fantástica el segundo cuarto y luego ya todo fue más fácil, aunque no me lo quise creer hasta que, a falta de pocos minutos, vi que ya sería imposible que nos superasen. Insisto, estoy muy contento, pero no sólo por mí, sino también, y sobre todo, por el club y por nuestra afición.

Cuesta mucho trabajo llegar a una final europea y ganarla. Lo sé porque ya lo viví en 1994, como jugador, cuando ganamos la entonces Copa de Europa, hoy Euroliga. Algunos dirán que este es un torneo menor, pero insistiré en que esta Copa FIBA no es fácil. Requiere muchos desplazamientos, rompe el ritmo en la ACB y, además, los dos equipos rusos que han llegado a esta Final Four están en la parte alta de su Liga, que no es fácil.

Ahora invito a todo el mundo a vivir la euforia, pero sin que esto lleva a la gente a olvidarse de que hay que ir paso a paso. Estamos en la buena línea, pero el objetivo del club es seguir creciendo, así que nadie puede pararse ahora que todo está encarrilado.