Garbajosa, Navarro y Gasol tiran de España

Mundobasket 2006 | España 86 - Nueva Zelanda 70

Garbajosa, Navarro y Gasol tiran de España

Garbajosa, Navarro y Gasol tiran de España

reuters

Debut positivo de la Selección española en el Mundobasket. En una jornada inaugural con bastantes sorpresas, nuestro equipo supo controlar el ímpetu de Nueva Zelanda. No participó Reyes, que descansará una semana para reponerse de un golpe que le propinó Luis Scola.

Las buenas noticias, primero: España gana, convence y le pone el ojo morado a los ariscos Tall Blacks de Nueva Zelanda. Pau Gasol muestra el colmillo y la Selección se permite el lujo de empezar un Mundial con tres jugadores de la NBA en el quinteto titular, Calderón, Garbajosa y el mismo Pau. Uno más, Navarro, también podría empezar 2006-07 en EE UU, si por los estadounidenses fuera. Otro NBA más, Sergio Rodríguez, que se va a Portland, Oregon, empezó... en el banquillo.

La mala noticia, después: Felipe Reyes quizá no juegue hasta la fase final de Saitama, gracias a un amigable recado de Luis Scola en el último duelo España-Argentina de preparación. Un pequeño disparo en el fuselaje de la Superfortaleza ensamblada por Pepu Hernández. Harían falta muchos más proyectiles para despresurizar la cabina.

Antes de que todo empezara, la FIBA había triturado el descaro de la Federación de Nueva Zelanda, que daba por cumplida en el Torneo de Qatar la sanción por dopaje del base Mark Dickel. Tras consultar con la Agencia Antidopaje de Nueva Zelanda, que consideró "ridículamente blando" todo el proceso de sanción de Dickel (pillado con marihuana), la FIBA se reunió de urgencia y apartó al base de los tres primeros partidos del Mundial. En ese momento, y pese a la baja de Felipe Reyes, Nueva Zelanda, que ya partía sin su NBA Sean Marks, se quedó a la pata coja: Dickel es muy bueno. Rapidísimo.

Con lo que ya sabemos, se explica.

Todo con todo, a Nueva Zelanda, sólo le quedaba encomendarse a Hine-nui-te-po. ¿Quién es esa señora? La Diosa de la Noche cuyo nombre invoca la danza más famosa del deporte mundial, llamada Haka. Esa danza y el himno nacional, Dios defiende a Nueva Zelanda eran los únicos refuerzos que podía invocar el seleccionador, Baldwin. Dios y la Diosa, no el base suplente, el coletudo Henare.

Pau Gasol contemplaba el morboso show inicial del Haka con ojos curiosos y la barba del color de la piel de un oso grizzly. "Viéndoles hacer eso, ya sabíamos que iban a jugar fuerte", diría el mayor de los Gasol. Nueva Zelanda jugó fuerte, con bloqueos de Cameron que eran como embestidas de un búfalo. Y un triple del mismo Pero Cameron, cuyas botas y pecho parecían a punto de estallar, colocó el 28-29 para Nueva Zelanda. Se llegó al 36-35. Triple de Garbajosa, NBA Action: 39-35. Gasol, poste bajo, 41-35. Su secuaz Navarro, bombita desde la bombilla: 43-35. Al descanso, 48-36, parcial de 12-1, y los más bravos y brillantes de Nueva Zelanda (Cameron, Kirk Penney...), cargados de faltas (pocas), cuyos tiros libres traían penas y fatigas a los españoles (16-30). La Diosa Hine-nui-te-po ya tenía mucho trabajo.

Puntilla.

Mucho, no: demasiado. Las diosas de la noche no saben defender en el poste bajo a los jugadores de la NBA, mucho menos a un desmelenado grizzly de Memphis El tercer cuarto, con un parcial de 20-12, cerró el asunto, pese a que España chirriaba en los tiros libres. Poco a poco, los cañones de Nueva Zelanda (Jones, Cameron, Penney) se iban acallando, eliminados y abatidos, mientras Dickel huía de la grada, avergonzado. Su participación habría sido muy importante para el equipo. Le tocó la china.

España cerró al trote, decelerando en busca de la sirena, que silenció a la Diosa noctívaga de Nueva Zelanda. Mirando de reojo a Panamá, rival de hoy. Los hay que ya miran más adelante, a Saitama. No vendría mal paciencia. Pasito a pasito se construyen los atajos. Los cementerios deportivos están llenos de cruces. De héroes y esperanzas caídos en los cruces, quiero decir. Y de eso nuestras selecciones saben bastante. En casi todos los deportes y casi siempre como experiencia adversa.