España, ante Lituania y ante su propia historia

Mundobasket 2006 | España-Lituania

España, ante Lituania y ante su propia historia

España, ante Lituania y ante su propia historia

rodolfo molina

La Selección no supera los cuartos de un Mundial desde 1982

En 2006, en Saitama City, la España de Pau Gasol, Garbajosa y los júniors de oro se enfrenta en los cuartos de final del Mundial japonés a Lituania... y a su propia historia. Hasta ahora, España ha exhibido cierta clase. Pero cuando los americanos dicen show real class, mostrar clase de verdad, es cuando se hace algo verdaderamente especial. Algo que no se ha hecho, por ejemplo, en los últimos 24 años, el asalto frontal al podio de un Mundial.

Así que la historia nos dice que España no supera los cuartos de final de los grandes eventos planetarios desde el Mundial colombiano de 1982 y desde los Juegos de Los Ángeles de 1984, cuando la Selección acarició el cielo olímpico de Michael Jordan en el Forum de los Lakers. En los Europeos pasaron cosas mejores, hasta tres podios consecutivos entre 1999 y 2003, sin y con Pau Gasol. Iba agrupando esa química que hoy nace en Calderón y Navarro, se fortifica en Garbajosa y se estira hacia el piso superior, donde habita Pau.

Pero no hubo más podios en los Mundiales. No desde aquel 1982 de los ancestrales enviados especiales que nos relataban el amanecer de un astro semiadolescente, Arvydas Romas Sabonis, con la selección de la Unión Soviética. No existía el triple en 1982, en el baloncesto FIBA, pero Sabonis, con más de 2.15 y menos de 18 años, ya sabía anotar desde más de siete metros. En 1982, la URSS apeó a España en semifinales (106-93), y dominó muy justita en la final, con Sabonis, Mishkin, Tkachenko y Valters, ante los EE UU de unos universitarios llamados Doc Rivers y John Pinone.

Pasaron los años, pasaron algunas cosas en la URSS, y Sabonis, Sabas se fue a ganar medallas con su país de verdad, la verde Lituania, donde habia empezado todo: en el Zalgiris Kaunas, el criadero de Sabas y sus hermanitos tiradores, Homicius y Kurtinaitis. El Real Madrid y los Portland Trailblazers colmaban de dólares a Sabonis. Y las medallas iban para Lituania, con su verde frescura y sus camisetas surrealistas de la banda de rock heavy Grateful Dead.

Y hablamos de Sabonis, porque en su leyenda y en su clase reside la base de esta estilista Lituania. Mucha clase, Lituania. Mucho equipo, España. A finales de los 90, el testigo de Sabas, Homicius y Kurtinaitis pasó a Jasikevicius, Siskauskas, Ilgauskas y Zukauskas. Que, con Songaila y Macijauskas, fueron la base de la fenomenal Lituania que arrebató a la España de Pau Gasol el oro del Eurobasket sueco, en 2003.

Parapetados por las telas de araña que dibujó Donnie Nelson, el zorro táctico de los Dallas Mavericks, al que hoy, Lituania tendrá de nuevo en el banquillo, aquellos jovencitos de 2003 están hoy en la NBA o muy cerca de ella. Y Pau Gasol es un All Star.

En este Mundial de Japón España es un acorazado de gran calibre, y Lituania una molesta y rápida guerrilla. Lituania vive de su legado, de los tiros de Macijauskas y de la fuerza de los dos gemelos Lavrinovic. Arvydas Sabonis es un próspero, robusto veraneante cuarentón en la Costa del Sol. Las ojivas del acorazado español, incluido Felipe Reyes, están listas para el asalto. A Donnie Nelson le van a crecer las ojeras para ensamblar el blindaje de la alegre banda lituana. Pero el gran equipo lo tiene España: tan gran equipo como para abatir a Lituania, a Donnie Nelson y a los 24 años de maldición.