Batalla, hazaña y finalísima

Mundobasket 2006: semifinales | España 75 - Argentina 74

Batalla, hazaña y finalísima

Batalla, hazaña y finalísima

Garbajosa y Sergio Rodríguez, héroes españoles ante Argentina

Entre mordiscos de lobos albicelestes, un rebote de Rudy Fernández pone fin a la batalla. Tras la batalla, sentimos la hazaña. Envuelta en esa hazaña viene la final. España está en la final del Mundial, España tiene la primera medalla de su historia en los Mundiales de baloncesto, entre las lágrimas de Pau Gasol, el gran oso grizzly acosado y herido por la manada de lobos.

Y entre la alegría irremediable de Sergio Rodríguez (¿o era Corbalán disfrazado de Sergio?), en el torbellino de emociones que es la España finalista, enterrando a Rudy y su rebote, nos topamos con la sombra del más duro a este lado del Edén: podría ser Joe Frazier tirando triples, pero es Garbajosa, corazón rojiblanco curtido por el Atleti. Algún día, los libros de historia del baloncesto dirán que España se plantó en esta final, cuando la NBA ya era un cadáver ambulante, gracias al mejor partido en la vida de Garbajosa. Jorge podrá jugar lo que quiera en los Toronto. Podrá luchar con Duncan o Shaquille. Pero en la NBA no hará jamás lo que hizo ayer en Saitama: enfrentarse a unos lobos de colmillos desnudos, mostrarles el pecho descubierto, y acribillar a toda la camada o manada de lobos, uno a uno, triple a triple.

Cancheros.

El mérito de Argentina fue llevar el partido a su terreno. Por esa habilidad en la cancha les llaman cancheros. Por eso son campeones olímpicos. Pero, con el oro y todo, Argentina se sabía inferior a España. Y convirtió el partido en una batalla de la que España, escapó llevada en volandas por Sergio y Garbajosa. Y con Pau medio roto, como el General Custer ante Toro Sentado. Sólo que esta vez ganó la Caballería. Y como vivimos para contarlo, porque apenas nos dejan decir que somos quien somos, vamos a hacerlo en secuencias.

Con el cuchillo entre los dientes y con metralla en la zurda de Ginóbili, Argentina descarga una ducha fría de triples sobre España, para que las ideas se vayan aclarando: 2-13 en tres minutos. La primera canasta española, de Pau Gasol, con tiro adicional, vale el 7-14. Argentina no defiende: muerde. Minuto seis. España comprende que aquí hay que combatir, combatir y combatir. El lema del Afrika Korps, al mando de Rommel, el Zorro del Desierto de Libia, el grito de "Heya Safari", es la voz calmada de ánimo de Pepu: "Vamos a ser prácticos y vamos a ser valientes. 7-18. Triple de Garbajosa:10-18. Primer triple de Sergio (¿o es Jason Williams?): 15-18. Pero Argentina ejecuta y ejecuta. Herrmann: 15-21. Minuto diez. Primer cuarto. Siguen los triples de Garbajosa y de Argentina, pero es Gasol, quien pone el primer collar a la manada albiceleste: 23-24, otra canasta con adicional. Las canastas de Pau no son exactamente cestas. Es como el que se lanza a un estanque lleno de cocodrilos y consigue salir del agua entre mandíbulas que se abren y cierran. Segundo triple de Sergio (¿o es Steve Nash?): 25-30. Hasta el rudo Colorado Wolkowyski anota un triple. Carrera de "Paul" Gasol, tras robo de balón: 31-30. Sergio la lía con Rudy (¿son Corbalán y Cabrera?) y España pasa al frente: 36-31. Pero aquí no se ha venido a bailar. Eso dicen Argentina y cinco puntos seguidos de Ginóbili y Herrmann: 36-36. "¿Vamos a bailar esta noche, Bundini?", decía Muhammad Ali a su preparador, Bundini Brown, minutos antes de sepultar a Foreman en Kinshasa. Bundini, aterrado y supersticioso, no quería responder a Ali, que le abofeteó. Pero en Saitama seguía sonando la voz de Pepu. Consejos. "Defensa de los laterales". Valentía. Descaro. Descanso: 40-38, España. 33-20 desde aquel 7-18. Argentina, 8/19 en triples... y 15 faltas personales. Batalla por el Santo Grial: el Naismith Trophy, el trofeo de campeón mundial de la FIBA. El Naismith Trophy, el Grial, que vuelve a repetir: "NBA, no, gracias". Segundo tiempo, segundo acto.

El gran equipo, España, sigue navegando entre desgarros y mandobles. Pero Argentina ya no volverá a ponerse por delante. Por eso pega: 45-42, cuarta falta de Delfino. Fiereza. Gasol. Garbajosa, tres tiros libres tras falta: 58-52. Argentina se repite: "Podemos perder, pero será pegando". 60-56. Minuto 30. Pepu Hernández. Valor: "Hay que seguir, hay gente a la que se le puede hacer daño con las faltas". Y llega el último cuarto. Diez minutos que valen una medalla, y, quizá más importante, la final contra Grecia. Minuto 35: 67-64. "Vamos, España", grita Gasol tras taponazo a Wolkowyski. Quedan tres minutos con 16 segundos. Triple sideral de Ginóbili, la espuela zurda de San Antonio, campeón de la NBA. Es un "uno contra cinco", porque a Argentina se le acaban las balas: 69-67. Canastita de Navarro, 71-67.

Cae Gasol.

Pepu: "Seamos valientes, metamos ritmo". Y ahí cae Gasol con Oberto cuando queda 1:36. "Se me fue el tobillo en el reverso", dice Pau. Es falta de Oberto, claro. Pau anota los tiros casi llorando de dolor y es 73-67: Gasol al banquillo con el pie izquierdo hecho un dolor. El pie maldito de Memphis era el derecho. El tiempo se va muy lentamente... Y explota el temible final igualado que había planeado Argentina. Triple de Sánchez, 73-70. Tiro libre de Calderón, 74-70. Ginóbili, uno contra cinco, menos Gasol: 74-72. A 22 segundos, dos tiros libres de Scola empatan a 74. Tiempo muerto. Argentina ordena "falta deliberada" a Calderón, que acababa de fallar. La hace Pepe Sánchez, a 19 segundos. Calderón anota el segundo: va a valer un potosí. Los ojos de Gasol, enrojecidos, rompen en lágrimas, como Magic Johnson, cuando se rompió en la final de Detroit en 1989.

Ataca Argentina: bola de partido al estilo NBA. Ginóbili penetra, se atrae a la defensa, y cuando ésta se cierra, sirve a Nocioni, libre en zona de tres. Tres segundos: el tiro de Nocioni vale la final... pero se estrella en el aro. Al rebote llega Rudy, que envuelve la final, cuando a los lobos albicelestes les crujen los colmillos, entre el desafío del gran Garbajosa: porque ya es la final de España... y es España en la final. No son ni júniors ni séniors de oro: son unos héroes.

La final para Pau, en el aire

Pau Gasol no pudo acabar el partido, ya que se lastimó el pie izquierdo. Según dijo él, el tobillo. No hay diagnóstico oficial y hoy se le someterá a más pruebas, pero su concurso en la final es difícil.