El conjunto valenciano exhibió en todo momento un juego sólido y sobre todo completo. Tuvo recursos para salir airoso de la presión estudiantil, que se acercó en el marcador en el segundo cuarto, y finalmente pudo incluso adornarse ante su público.

El conjunto de Fotis Katsikaris arrancó el encuentro como dormido o desconcentrado, sin ideas en ataque y tampoco intensidad defensiva, lo que permitió a Estudiantes llevar la iniciativa durante los cinco primeros minutos.

Sin embargo, el conjunto madrileño no supo aprovechar esta circunstancia, se enredó en posesiones demasiado largas y Pamesa no tardó en remontar al contraataque.

La retirada de la cancha del escolta esloveno de estudiantes, Domen Lorbek, que cometió tres faltas, supuso un bajón en la intensidad defensiva de Estudiantes, sobre todo en el perímetro, y los tiradores de Pamesa -Fred House y Shammond Williams- empezaron a marcar diferencias hasta una máxima de trece puntos.

Como en los últimos encuentros, la principal arma de Pamesa fueron los lanzamientos de tres, especialidad a la que también se sumó Mindaugas Timinskas en el segundo cuarto, y con la que el equipo valenciano mantuvo una cómoda ventaja.

Problemas para Pamesa

Pese a su aparente superioridad, los valencianos empezaron a tener problemas para mantener su renta y despegar en el marcador en cuanto el ala-pívot de Estudiantes Larry Lewis tomó la responsabilidad anotadora y su compañero Florent Pietrus logró frenar el juego interior de Pamesa.

De hecho, el conjunto madrileño logró recortar la desventaja hasta los cuatro puntos (25-21) a falta de tres minutos y medio para el descanso y se marchó a los vestuarios sólo cinco puntos por debajo de Pamesa (31-26).

La cercanía en el marcador de ambos equipos contribuyó a que se pudiese ver un juego intenso y rápido en el inicio del tercer cuarto, aunque eso no fue sinónimo de espectacularidad ni mucho menos de acierto, puesto que Estudiantes se quedó prácticamente anclado por culpa de sus continuos errores.

Por contra, Pamesa fue un torbellino en este momento del partido y amplió de nuevo su ventaja hasta los catorce puntos (42-28) con una gran actuación de Dejan Milojevic, máximo anotador del encuentro.

Estudiantes se derrumba

El conjunto estudiantil exhibió en estos minutos todos los males que le han llevado a la penúltima plaza de la clasificación, su falta de acierto bajo el aro, la escasa intensidad defensiva y la práctica inexistencia de recursos desde el perímetro.

Los nervios se apoderaron del equipo madrileño y Pamesa vio como su rival le ponía la victoria en bandeja. Incluso Katsikaris se permitió mover el banquillo y dar de nuevo minutos a Stanko Barac y Víctor Claver (sentado desde el primer cuarto con tres faltas).

En los primeros minutos del último cuarto Pamesa alcanzó la máxima ventaja con veintiún puntos arriba (58-37), coincidiendo con varios errores del anotador de Estudiantes Larry Lewis.

La nota negativa para el conjunto valenciano fue la escasa aportación de Barac, que se tuvo que sentar apenas cuatro minutos después de aparecer en el partido con cuatro faltas y sólo dos puntos.

En este último periodo Pamesa quiso divertir a su afición y devolver el caluroso apoyo recibido hoy en "La Fonteta". Shammond y House se asociaron para asistir a Claver, un jugador con una extraordinaria capacidad de salto, para que triturase el aro de Estudiantes.