Estados Unidos o España: hagan sus apuestas. Manu Ginóbili lo avisaba: "Son los dos grandes favoritos". Las predicciones del mago de los Spurs se cumplen sobre el papel. Y es que ambos están asombrando antes de los Juegos. Los estadounidenses ultiman una preparación que comenzó el pasado 28 de junio y que pretende devolverles al olimpo de los dioses. Doce oros olímpicos, empañados por el bronce de Atenas, les permiten soñar.

Mientras la Selección española cerró su batería de amistosos con siete de siete y grandes estadísticas, la norteamericana disputó su segundo partido de preparación ante Turquía, que le ha valido para dar el primer aviso: vamos a por el oro. Buenas noticias para los yanquies, tras la paliza endosada en Las Vegas a Canadá (120-65). Y no sólo porque era su primer amistoso ante un equipo europeo (con un estilo de juego totalmente diferente) y aprobaron con nota, sino porque fue la noche de LeBron. El alero de los Cleveland Cavaliers no jugó por precaución ante Canadá y ayer demostró que está totalmente recuperado de los problemas en su tobillo izquierdo con 20 puntos, cinco robos y un alley-hoop, que levantó a todo el pabellón de Macao.

A los de Krzyzewski les costó entrar en el partido y desaprovecharon la primera ventaja. Incluso los turcos consiguieron ponerse por delante en el marcador con un triple de Arslan (24-27). Pero al final fue más de lo mismo: un baño con LeBron estelar, Carmelo Anthony casi sin fallo (9/10 en tiros de campo) y Howard coronado como rey de la zona. En resumen: 114-82.

Tras los dos primeros amistosos, donde han promediado 117 puntos por partido, tres rivales con un mayor potencial que turcos y canadienses, y que sí estarán en Pekín, les esperan. Hoy se enfrentan a una Lituania a la que España aplastó en Ourense y el domingo lo harán a la Rusia de Kirilenko, ya en Shanghai. Para cerrar, Australia (5 de agosto). Tres selecciones, encuadradas en el grupo A, y que pueden ser posibles rivales de los estadounidenses en el temible cruce de cuartos.