El Tau controló el encuentro, sin fisuras tanto dentro como fuera, pese a que el ala-pívot estadounidense del Unicaja Marcus Haislip quiso desde el principio imponer su ley. Los ocho primeros puntos del equipo malagueño fueron suyos. El Tau se vio sorprendido hasta que uno de los fichajes, el base estadounidense Mustafa Shakur, sacó repertorio y un parcial de 0-9 adelantó a los visitantes (9-12, minuto 5).
El partido era intenso y vibrante, aunque el Unicaja muy fallón, con poco acierto en el tiro exterior, y una defensa endeble, intentaba sobreponerse y que el Tau sufriera, sobre todo en el juego interior. Al final del primer cuarto 16-20. El Unicaja tenía dificultades, aunque la calidad de sus jugadores hizo que el equipo visitante no se marchara en el marcador.
El Unicaja se acercaba, más por corazón y coraje y por la asfixia del Tau, que había hecho un trabajo intenso en defensa. El equipo cajista lo aprovechó y con Haislip y N''Dong inconmensurables se adelantó nuevamente 29-27 (m.17). El conjunto vitoriano paró un momento, cogió fuerzas, respiró y volvió a la carga. Los tres minutos hasta llegar al descanso desarrollaron el trabajo táctico de los dos equipos. El Tau tuvo una mínima ventaja 29-32, minuto 18, pero el Unicaja concluyó el segundo cuarto con un triple de Cabezas que supuso una mínima ventaja 35-34.
En el tercer periodo, el ala-pívot bosnio Mirza Teletovic, con sus lanzamientos triples, sacó de un momento crítico al Tau. Las igualadas en el marcador se sucedían pero el primer lanzamiento desde la línea de 6,25 valió para volver a mandar 44-45, minuto 28, y el segundo para ahondar en la herida defensiva local 44-50, minuto 28. El Tau mantenía su poderío con una gran concentración defensiva. El Unicaja, poco acertado en el perímetro, no se descomponía y continuó con opciones de victoria gracias al sistema defensivo, del sello inconfundible de Aíto García Reneses. Un triple del escolta francés Joseph Gomis, sentenció el tercer periodo 49-52.
Quedaba lo mejor. Dos de los mejores equipos de la ACB lo estaban demostrando. El Unicaja no se daba por vencido y se puso por delante 57-56, minuto 34. Rakovic fue certero, el base argentino Pablo Prigioni sacó su sabiduría y dos triples crearon la incertidumbre y el pánico en el Martín Carpena, 57-62, minuto 35.
El Unicaja, a pesar de la diferencia y del acierto exterior no se amilanó y Haislip y Gomis, no eran menos que sus oponentes y los emularon 63-64, minuto 37. Instantes finales de emoción y sufrimiento, que se solventaron cuando con 67-70, minuto 39, el Unicaja, excesivamente nervioso y con prisas, falló el ataque y posteriormente Prigioni, con tres tiros libres tras una falta personal, acabó con el encuentro 67-73, a falta de 28 segundos.
