Un Navarro sublime dinamita el gran clásico

Baloncesto | Copa del Rey | Real Madrid 75 - Regal Barcelona 83

Un Navarro sublime dinamita el gran clásico

Un Navarro sublime dinamita el gran clásico

felipe sevillano

El Madrid amagó remontada, pero 'La Bomba' lo frenó a triples

El Madrid seguirá esperando. Un año más se queda sin Copa del Rey, y van ya 16, camino de 17. Volvió a hincar la rodilla en el clásico copero, como en 12 de los 14 duelos previos. Y lo hizo ante la mejor plantilla de Europa, con un Navarro sublime. El escolta se sacó la espina de la Euroliga, donde claudicó en el cuarto final. Esta vez, sencillamente, dinamitó el cuarto y a todo el Real. Colosal. En esos instantes, en los que deslumbran los focos, La Bomba firmó 13 tantos, 4 triples, y a otra cosa mariposa. 28 puntos finales y diez asistencias, una de las grandes marcas de siempre en la Copa, la mejor del Barça. Navarro ya está aquí, adiós a la NBA. Arde Madrid, cantaba Dueñas. Enfrente, no hubo excusas. El rival, ausencia de Lakovic incluida, anda un peldaño por encima. Ni siquiera la mística de la remontada, en la que Plaza creía, rescató al Madrid. Jugaron los mejores durante gran parte del choque, pero para pelear los títulos hay que integrar al bloque. Y Plaza, de momento, no lo ha conseguido.

Canastas fáciles.

El técnico tiró de titulares en la puesta en escena y el resultado fue el de siempre. El Madrid, abajo de salida: 12-19. Ni blanco ni negro, gris. Tuvo que salir Pepe Sánchez para que el Madrid diera un par de arreones con sus pases mágicos y que Van den Spiegel las metiera a capón. Así, un bonito alley-oop de Hosley igualaba el choque (23-23). Sin embargo, una canasta de Navarro tras tocar el Madrid la red y un palmeo anulado a la torre belga relanzaban a los azulgrana: 28-36, minuto 16. Al descanso, 38-44. Los de Xavi Pascual batían a su viejo enemigo en todo: 85% en tiros de dos, 15 puntos más en triples y 18 en valoración. Ni siquiera el rebote era blanco. Además, el Barça penalizaba el exceso de celo local en las ayudas defensivas. Una tras otra, canastas fáciles bajo el aro. La diferencia creció como un chicle de los de antes: 43-56.

Tocaba remontar, pero los cinco magníficos ya estaban en pista. No la habían dejado en el tercer cuarto, por lo que la vuelta de Pepe y la ignición de Bullock fueron esta vez los resortes: 58-61 tras un 3+1 del americano. Pero ahí se agotaron sus fuerzas. Cuando Santiago y Vázquez ahogaban a Reyes, pero Van den Spiegel le daba aire, Navarro se lo quitaba a todos encadenando cuatro triples. El Madrid recurría a una zona 2-3. Con Basile y La Bomba a la vez eso no era un problema, más bien una ventaja: 63-76. El coraje puso al Madrid a siete. Era el último minuto. A la novena, no hubo remontada, y eso que Plaza exprimió a los de siempre. Faltaron recursos, los que le sobraron al Barça.