El CSKA de Moscú roza la ''Final Four'' y el Montepaschi sale vivo del infierno de Atenas

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El CSKA de Moscú roza la ''Final Four'' y el Montepaschi sale vivo del infierno de Atenas

El CSKA de Moscú, actual campeón de la Euroliga, acaricia el pase a su séptima ''Final Four'' consecutiva tras vapulear (77-50) al Partizán de Belgrado, mientras el Panathinaikos, otro de los favoritos, se vio sorprendido por el Montepaschi de Siena, que logró una valiosa victoria (79-84) en Atenas que le permite nivelar su eliminatoria.

El Universal Sports Hall de Moscú fue testigo del durísimo correctivo (77-50) que el CSKA propinó al Partizán de Belgrado, en un choque en el que los rusos volvieron a rendir a un extraordinario nivel defensivo y rozan ya su séptima presencia consecutiva en la ''Final Four''.

Al igual que en el primer partido de la serie, el conjunto de Ettore Messina salió como un ciclón y aplastó a los serbios en el primer período. El 21-6 de parcial durante los primeros diez minutos fue una losa demasiado pesada para el joven bloque de Vujosevic, que fue ''borrado'' de la cancha por el ''ogro'' ruso.

A pesar de la renta, el CSKA no bajó el nivel y liderado por un inconmensurable Erazem Lorbek (21 puntos y 7 rebotes) prosiguió realizando una asfixiante presión defensiva que ahogó por completo al Partizán, elevando la diferencia en el electrónico hasta los 32 puntos (75-43) en un partido decidido prácticamente desde el inicio.

El autoritario triunfo deja al actual campeón de Europa a un sólo triunfo de la ''Final Four'' de Berlín, mientras que los serbios tratarán de apelar a su poderío en casa para alargar una eliminatoria que ha tenido claro color ruso en los dos primeros enfrentamientos.

Por su parte, el Montepaschi de Siena dio la gran sorpresa de la jornada al imponerse (79-84) al Panathinaikos en el pabellón de OAKA, logrando igualar su eliminatoria ante el cuadro heleno tras un partido de muchas alternativas.

El Panathinaikos volvió a cimentar su éxito en la profundidad de su banquillo, con cinco hombres anotando en dobles dígitos. Sin embargo, el control del partido de los locales se vio truncado en el último cuarto, en el que McIntyre (24 puntos) y Kaukenas (22) se encargaron de silenciar a la enfervorecida afición griega.

Entre los dos lideraron un parcial de 18-29 en el período decisivo que permite a los italianos salir airosos de su doble duelo en Atenas y afrontar con optimismo los dos encuentros venideros que disputarán en Siena, con el factor cancha a favor para alcanzar la cita de Berlín.