Minutos antes del inicio del partido sonaba Eye of the tiger por megafonía, anticipando una batalla similar a la que ocurriría en Rocky. La película de John Avildsen es la lucha de un boxeador que, sólo gracias a su esfuerzo, pelea por auparse como campeón de los pesos pesados. En esta Final Four, es la historia de un equipo que nació en la Universidad de Salamanca en los años 90 y que con el nuevo siglo ha conseguido lo que nunca imaginó: estar luchando por ser el mejor conjunto del Viejo Continente. Por ahora, ya es el segundo.
El Halcón Avenida comenzó arrasando con un parcial de 10-1 (15-5). Las pívots del Euroleasing se desesperaban ante la superioridad de la pareja norteamericana del conjunto charro. En resumen, doce rebotes (cuatro ofensivos) para las salmantinas frente a los cuatro del equipo húngaro en el primer periodo. Sólo la defensa zonal frenó al eje Willingham-Snow, pero no mejoró la situación para el equipo húngaro. El Euroleasing veía cómo su estrella, Jelena Milovanovic, se iba al banco con dos faltas en el primer periodo. Pero allí estaba Amber Holt para hacer olvidar el mal partido de la serbia. Tras un parcial de 0-7, un triple suyo reduciría la diferencia a dos puntos (16-14). La mínima a la que logró colocarse.
El Halcón Avenida volvió a tener, en el segundo, un inicio de cuarto arrollador. De nuevo, con Snow en pista, quedó patente la supremacía charra sobre la pintura, pero no fue la única. La irrupción de Isa Sánchez demostró que el juego exterior del equipo que dirige José Ignacio Hernández también tiene su peligro. Sería ella quien, con un triple, pondría la máxima charra en el luminoso (41-29), aunque las locales no tuvieron suerte desde la línea de 6,25 (4/13). El Euroleasing volvió a dar el susto nada más comenzar el tercer cuarto. De nuevo un triple de Holt reduciría distancias (43-40), pero si Snow brilló en el primer cuarto, éste sería el de Willingham, siempre bien respaldada por su compatriota, que alcanzaría la barrera de los 15 rebotes.
A falta 3 minutos, Snow pondría el +15 (74-59), pero el Euroleasing no tiraría la toalla. Incluso llegó con vida al minuto final gracias a dos tiros libres de Krivacevic (82-75), pero la superioridad del conjunto charro seguía siendo evidente. Sylvester Stallone, representando el sueño americano, levantaba los brazos al subir la escalinata porque su sueño estaba cerca. En Salamanca se sueña con otra cosa: unirse al Dorna Godella en el palmarés de la Euroliga femenina.
