El Madrid despide a Ricky y avanza a semifinales

acb | real madrid 78 - dkv joventut 61

El Madrid despide a Ricky y avanza a semifinales

El Madrid despide a Ricky y avanza a semifinales

El Real Madrid jugará contra el Tau por un puesto en la final de la ACB después de superar sin problemas a un DKV Joventut que se mostró muy inferior después de un prometedor inicio. Ricky Rubio no tuvo un buen día en el que debería ser su último partido en la liga española. Felipe tuvo su mejor actuación de la serie y lideró junto a Bullock al equipo blanco, que jugó un buen partido colectivo.

Se había hablado de presión y motivación en las horas previas al partido. De energía, al fin y al cabo. De miedo al fracaso y a arruinar definitivamente una temporada hasta ahora para olvidar en los locales; de fe para creer en las propias posibilidades en los visitantes, una 'Penya' que había mostrado dos caras muy distintas en esta serie, sometida como visitante y voraz como local. En el tercer partido el equipo de Sito Alonso se pareció más, para su desgracia, al de la abultada derrota que abrió la eliminatoria. Y el resultado fue un triunfo incontestable (78-61) de un Real Madrid con cuajo, seguro y firme, bien agrupado como colectivo y serio en el manejo de sus armas. Evitado el fracaso, llega el momento de pensar en cotas mayores que pasan por el Tau, rival en semifinales. Y ahí llegará la espada de Damocles para los blancos: gloria o desastre, lucha por el título o temporada destinada al olvido instantáneo.

Al Joventut le volvió a fallar talle como visitante, energía más mental que física para sostenerse en el partido, para llenar al Madrid de dudas, para hacerle temblar tensando la cuerda en busca de un final ajustado. El equipo de Joan Plaza lanzó el hachazo en cuando avistó la ocasión propicia y a partir de ahí no bajó nunca en el pistón, despegándose más por la vía del control del rival que del aplastamiento. Poco a poco, punto a punto, hasta tener el asunto zanjado al poco de comenzar el tercer cuarto (57-35). Después sesteó el Madrid y se estrelló contra su propia impotencia la 'Penya', que no produjo en ataque con la fluidez suficiente como para imaginar una remontada épica. Se acercó, se puso a 12 (61-49) con mucho del último cuarto por jugar, pero no vio nunca una puerta verdaderamente abierta. El Madrid, en minutos algo más deslucidos, devolvía un golpe (triples de Bullock, triple de Tomas, puntos de Felipe...) por cada varios que encajaba. Suficiente tras la diferencia que había amasado.

Felipe mejora y Ricky se despide sin brillo

La historia del partido se escribe desde la diferencia abismal en todos los aspectos del juego. El Joventut no solucionó sus problemas en el rebote (37-22 para el Real Madrid, sólo 3 en ataque de los verdinegros) y se consumió en una vorágine de pérdidas (14) y un porcentaje poco inspirado en los triples, un arma que le sostuvo pero que estuvo lejos de ser letal. El Real Madrid tiró muchos más tiros libres y abrumó a su rival en puntos tras pérdida y en segundas oportunidades de tiro.

Sólo durante medio cuarto (8-11) se discutió la superioridad blanca. Un parcial de 11-0 puso las cosas en su sitio. Al menos en el sitio del que ya no se moverían en el resto del partido a pesar de los esfuerzos de Bogdanovic (20 puntos) y Pau Ribas (13), un joven talento que mostró los magníficos fundamentos que tienen a Barcelona y Unicaja enamorados. Ricky, noticia toda la semana ahora que se ha abierto la veda del draft, tuvo un discreto partido en el que será seguramente su último baile en la ACB. Lejos de la exhibición del segundo partido en Badalona, sólo controló el juego durante los primeros minutos. Después se estrelló ante la buena lectura defensiva del Real Madrid y terminó con más pérdidas que asistencias.

Para el Real Madrid, el partido tuvo buenas noticias, más allá de la obvia que supone superar el trámite de la primera ronda, donde hincó la rodilla hace un año. Felipe Reyes, por ejemplo, recuperó vitalidad y sensaciones y firmó su mejor partido de la eliminatoria. De los 7'5 puntos de media de los dos primeros choques, a los 16 y 8 rebotes de este. Junto con Bullock, que dejó destellos (14 puntos) cada vez que la situación lo requirió, lideró a un Real Madrid generoso y solidario, en el que ningún jugador más llegó a los 10 puntos pero en el que muchos tuvieron su momento. Hervelle, por ejemplo, inclinó en el primer cuarto la lucha bajo los tableros (4 rebotes en ese parcial), Llull mejoró algo sus prestaciones y Raúl firmó otro buen partido en la dirección. Hasta Mirotic tuvo minutos al final y tiempo para anotar dos tiros libres mientras el partido se cerraba y liquidaba la temporada del DKV y daba al Real Madrid permiso para soñar con el último título, con la última puerta a la gloria.