El Tau da carpetazo a un Madrid sin gasolina

Pues el cartel de "Cerrado por Reformas" también vale para la sección de baloncesto. Reciclaje, no le queda otra a un Real Madrid cuyos proyectos huecos dan para lo que dan. Sólo poniéndose de puntillas alargó su agonía en la Euroliga (KO ante Olympiacos), en idéntica pose forzó el tercer partido ante el Tau en la ACB. Y en ambas finales demostró que el orgullo mete alguna canasta, pero no todas. El Tau es el primer finalista de la manita de Splitter y Teletovic, al que sólo le faltó anotar un triple desde la Plaza de la Vírgen Blanca.

Ni siquiera las supersticiones salvan a este Madrid. El equipo cambió de hotel y se alojó en el mismo de la final de 2005, la del triple de Herreros. Quería alimentar los fantasmas ante un Tau en el que Ivanovic y Splitter fueron nombres propios de aquella final de frenopático. Esta vez, a Dusko no le falló la voz en rueda de prensa y Tiago abandonó el Buesa Arena convertido en héroe, que los brasileños, si se ponen, también son capaces de hacer maravillas con un balón... ¡en las manos! Su cara era la cruz de Reyes, eliminado por cinco faltas, sin aire tras una temporada en la que se le exigió remar incluso sin remos ni barca; el otro gran combustible blanco, Bullock, vivió el último cuarto desde el banco, con la rodilla maltrecha, cabizbajo. Había sido el gran protagonista en el primer bocado al partido. Bastaron 31 segundos para que los árbitros le cargaran con dos faltas -la primera lo fue, la segunda no- que le llevaron al banquillo. Determinante. Volvería minutos después, pero ese Bullock no era el Bullock que conocemos.

Su ansia le hizo meterse dos cucharadas a la vez y así, ni se le entendía. La mejor noticia en el Madrid fue que sin Louis, el equipo mantuvo el rumbo. Empataba en el primer cuarto (20-20), seguía a flote con un cinco rompedor (Llull-Tomas-Winston-Massey-Van den Spiegel) y lograba ponerse arriba con tiros libres de Mumbrú (28-29), ayer de lo mejorcito. Un triple de Hervelle firmó la máxima blanca (35-40) al abrirse el tercer cuarto, pero un parcial de 8-0 alimentó a Teletovic y encendió la charanga en la grada.

Con triples.

El bosnio acabaría con 6/9 en triples, con Splitter y Rakocevic junto a él en el podio baskonista. Enfrente, Sergio Llull tiraba de casta (y clase), pero ya era tarde para todo, incluso para la zona. El Tau ganaba y Messina asoma las orejas en el horizonte blanco. Tiene tarea Florentino: reconstruir un equipo de baloncesto que se entrena en la Ciudad del Fútbol y juega en una plaza de toros.