El cerebro del nuevo Real Madrid está al caer. Puede ser hoy. Pablo Prigioni, a quien Ettore Messina y media Europa conocen sobradamente, pasará reconocimiento médico con el club blanco en las próximas horas. Su llegada refuerza un puesto, el de base, que sigue dejando la puerta entreabierta a Ricky Rubio, quien para disgusto en el Bernabéu huele a azulgrana tras su decisión de seguir cerca de la familia hasta dar el salto a la NBA.

El Real Madrid chequeará la salud de Prigioni antes incluso de que Brad Oleson, moneda de cambio en la operación entre el club blanco y el Caja Laboral (antiguo Tau), haya dado el sí quiero a los vitorianos. El acuerdo entre ambas entidades es total, pero el traspaso no puede hacerse oficial hasta que Oleson acepte entrar en la operación. El escolta de Alaska, que había firmado por los blancos por cinco temporadas (cuando eran Antonio Martín y Alberto Herreros quienes manejaban los hilos), considera que no ha sido justamente tratado.

Pedía una oportunidad para demostrar a Messina su verdadera valía, pero no la tendrá. "Brad ha firmado por cinco temporadas con el Real Madrid y a día de hoy tiene toda la intención de cumplir lo pactado", comenta Emilio Durán, su representante.

Otro a quien se le complica el panorama es a Axel Hervelle, condicionado por la probable llegada de Jorge Garbajosa, estos días concentrado con la Selección española en tierras gaditanas.