Polonia pone la emoción y Navarro el desenlace

Amistoso | España 88 - Polonia 83

Polonia pone la emoción y Navarro el desenlace

Polonia pone la emoción y Navarro el desenlace

javier bellver

La selección polaca estuvo de dulce. Brillaban Gortat, Logan, Ignerski... A cuatro minutos del final dominaba por dos puntos: 75-77. Entonces, España se aplicó atrás y Navarro firmó un final apoteósico. Terminó con 26 puntos, 11 de los últimos 15 de la Selección.

Pues no se va a ganar siempre por 25 puntos, era hasta conveniente llevarse un achuchón hostil, como el de ayer frente a Polonia, antes de plantarse en el estreno del Eurobasket el 7 de septiembre. Vimos incluso un amago de sonrisa en Scariolo. Porque tantas goleadas seguidas habían disparado la presión, poniendo la palabra oro en boca de todos, una y otra vez. En Zaragoza los polacos nos recordaron que en una noche loca el feo le puede quitar la chica al guapo. España lo sabe, le ocurrió hace dos años con Rusia. La vorágine del campeonato y la fatiga juegan malas pasadas, incluso al equipo perfecto.

Diremos que la Selección volvió a defender con timidez y que Polonia tuvo duende en los lanzamientos de tres puntos (anotó 13, con Ignerski en plan estelar: 5/6). El magic Gortat­ lucía músculos NBA, rebote tras rebote, hasta 16. En pleno naufragio del ex madridista Lampe (ahora Maccabi), tres locos bajitos, el nacionalizado Logan, Koszarek y Szubarga, ponían el picante. Bote endiablado y penetraciones suicidas: sumaron 48 puntos y 10 asistencias (todas). España contribuía mostrando el camino, con dejadez atrás. De ahí que la goma de Polonia aguantara a la rueda española. No hubo corte, tirón letal.

A cuatro minutos del bocinazo un mate de Gortat ponía a los visitante en la nube. Scariolo se mostró elitista, tiró de clase alta: Ricky­, Navarro, Rudy, Garbajosa y Marc Gasol para encarar el primer final igualado de la preparación. Su cinco estrella en ausencia de Pau. Más defensa, con Ricky y Rudy apretando en las líneas a sus pares, acudiendo a las ayudas. En ataque, un extraterrestre, es decir, Navarro, firmaba un final apoteósico con once de los últimos quince puntos de España, incluido el triple de siete metros que echaba el telón.