Estalló la tormenta

Eurobasket 2009 | España 60 - Turquía 63

Estalló la tormenta

Estalló la tormenta

RODOLFO MOLINA

Marc Gasol criticó la decisión de Scariolo de jugársela con Llull

Tampoco en Lodz. España no funciona y, además de lesiones y falta de acierto, ya tenemos la polémica entre las ruedas. Con 12.3 segundos para el final y 61-60 en contra, nuestra Selección tuvo un último ataque para ganar a Turquía. Scariolo decidió jugársela sin base y la penetración de Llull no acabó en canasta. Pero sí en lío, en la crítica de Marc Gasol al invento táctico y en el gesto contrariado de los miembros de nuestra expedición por los túneles del Atlas Arena. Ahora sí que estamos contra las cuerdas y, encima, con marejada de poniente.

Por lo visto, los entrenadores tienen una lógica distinta a la del resto de los mortales. La nuestra es así de simple: si algo funciona, ¿por qué tocarlo? Traducida al partido de ayer significa, por ejemplo, que si España toma ventaja por seis puntos (8-14) y Rudy es el mejor del equipo, ¿por qué sentarle? Habían sido los mejores minutos de la Selección en todo el campeonato. Rudy no sólo frenaba a Turkoglu, sino que se erigía en máximo anotador con siete puntos. Tras el tiempo muerto fue Mumbrú quien entró en pista y no el mallorquín. Apenas unos segundos en el banco, tiempo insuficiente para su efecto deportivo, aunque sí anímico. Tunçeri leyó en la endeble moral de nuestro equipo, al que cada bache le sabe a montaña. El mismo base que no servía para el Real Madrid fue quien impuso el ritmo. Y Turquía despertó. Lo hizo cada vez que España amenazó con irse en el marcador. Ocurrió en el 8-14, también en el 20-26 recién iniciado el segundo cuarto, escenario de los mejores momentos de Marc en su réplica a Asik. La buena noticia era una y clara: los primeros puntos de Turkoglu tardaron en llegar 17 minutos (28-29). Luego siguió durmiendo. Ilyasova cerró el partido al descanso con un triple (36-34) y Tunçeri lo reabrió con otro (39-34). Ésa es la fiesta a la que nunca falta Navarro, que acertó con tres puntos para el parcial de 0-9 y el esperanzador 39-43. Tan sólo un efecto óptico. La china en el zapato sigue siendo el grisáceo Navarro, por más que Scariolo se empeñe en ver la botella medio llena. Es una versión menor cuando creíamos que La Bomba no tenía talla 'S'.

El tercer cuarto no resolvió nada y en el cuarto se llegó al capicúa 55-55 con cinco minutos por jugar. A partir de ahí, Pau contra todos y Turquía sacando ventaja a los cambios de emparejamiento. Y así hasta el 61-60, balón para España y un nuevo fiasco de nuestra Selección en este Eurobasket en el que los micrófonos los carga el diablo.