Huelga a la vista. Ése es el cartel que conduce hacia la quinta jornada de la Liga ACB, pues la Asociación de Baloncestistas Profesionales baraja la posibilidad del plante ante lo que considera un incumplimiento del convenio firmado en su día con la ACB sobre el cupo de seleccionables. "Según nuestra interpretación, las plantillas se deben completar con jugadores profesionales. Lo que está ocurriendo es que se cierran con jugadores de categorías inferiores o equipos vinculados", afirma José Luis Llorente, presidente de la ABP. El caso no es nuevo. Todos los otoños, con la Liga recién comenzada, desde la ABP se denuncian alineaciones indebidas. Pasa el tiempo, pero nada se arregla. "En verano mantuvimos alguna reunión con la ACB para evitar llegar a esta situación. Sin embargo, no alcanzamos ningún acuerdo. Ellos tienen su punto de vista, pero creo que por encima de las interpretaciones está el espíritu, por lo que tiene de bueno para la Liga y para la Selección", añade Llorente.
Lo que la ABP denuncia es que ciertos clubes, ante las lesiones en sus plantillas, completan las alineaciones con baloncestistas que no tienen contrato profesional. Es así como los clubes pretenden cumplir con los cuatro seleccionables en plantillas de 11 jugadores o de cinco en las de 12. La ABP insiste pese a que en su día el Comité Nacional de Disciplina Deportiva no le dio la razón. Sólo se han disputado cuatro jornadas de Liga, pero algunos nombres ya están sobre la mesa: Josep Franch (DKV Joventut), Óscar Alvarado (Gran Canaria 2014), Ignacio Guigou (Ayuda en Acción Fuenlabrada) o Joan Sastre (Cajasol). El peligro es que de hacer ficha profesional a esos jugadores, quizá no podrían volver a jugar en categorías inferiores.
El CSD.
Ante la falta de acuerdo con la ACB, la ABP ha recurrido al CSD para solucionar el conflicto. Su director general, Albert Soler, se ha ofrecido como árbitro entre Federación Española, ACB y ABP. Desde la ABP se acepta el arbitraje del CSD; ahora falta por ver qué responde la ACB. Mientras, cuenta atrás hacia la huelga, algo de lo que, históricamente, la ABP nunca ha avisado.
