Rakocevic es el que faltaba en el Carpena

Vive el Carpena en un galimatías continuo. Semana tras semana muere en la ACB y resucita en la Euroliga. Ha tomado Belgrado y le han pintado la cara en Manresa. Le ha ganado al Olympiacos y se arrodilló ante el Fuenlabrada. Un lío tremendo en el que el único que parece mantener la cabeza despejada es Aíto García Reneses. Quizás por eso en el club tienen tan claro que es la única que no se puede tocar.

Y, por si faltaban ingredientes para aflorar los nervios, el que aparece en el horizonte es, nada más y nada menos que Igor Rakocevic. El serbio, enemigo número uno del pabellón verde desde la época en la que las cosas se llamaban por su nombre (el Caja Laboral era el Tau), ha protagonizado mil escenas en el parqué del Carpena. Tuvo gestos más o menos bonitos, pero siempre ha fusilado la canasta del Unicaja.

Con ese elemento indefendible a la cabeza aterriza en Málaga el Efes Pilsen, peso pesado para medir la histeria cajista. Los turcos cuentan, además, con otro viejo amigo, Daniel Santiago y algunos conocidos de la Liga. Kasun, Tunceri o Kuqo forman un bloque muy compacto que daría más aire todavía en Europa. Pero donde no queda ni una bocanada es en la ACB.