El Madrid se pasea por la Baja Sajonia y es líder

Baloncesto | Euroliga | Oldenburgo 61 - Real Madrid 104

El Madrid se pasea por la Baja Sajonia y es líder

El Madrid se pasea por  la Baja Sajonia y es líder

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El Real Madrid dio una exhibición en Alemania, donde ganó por 43 puntos (61-104) en un partido en el que seis jugadores blancos llegaron a los diez puntos. Messina dio minutos a Dasic y De Miguel y el equipo es líder del Grupo D por mayor diferencia de puntos que el Panathinaikos.

Pasó el Real Madrid por la Baja Sajonia y dejó una tarjeta de visita en la que "aspirante a campeón" se lee bien claro. Lo hizo con Pablo Prigioni como maestro de ceremonias, gustándose, repartiendo todo el baloncesto que esconde en su cabeza y debe hacer a este Madrid pensar y jugar. Lavrinovic fue su mejor socio, pero no hubo un solo compañero que se quedara sin bailar con él.

Lo suyo fue un clínic, europeo y gratis, favorecido por los regalos defensivos del Oldenburgo. No sabemos si el equipo alemán se asemeja al que perdió por sólo cinco en Moscú ante el Khimki (77-72) o el que ayer persiguió sombras blancas durante 40 minutos. Porque los de Predrag Krunic sólo estuvieron una vez arriba (3-2), con el triple/espejismo de Foster. Poco más, nada más.

Prigioni tomó el bisturí y disecó el partido con la experiencia de tantas batallas en Euroliga. No sólo dirigió, sino que anotó (siete puntos en el 10-22). Y demostró a Foster o Paulding que la vista corre más que las piernas y que él es capaz de mover al equipo desde una baldosa. Jugó tan fácil el Real Madrid que el porcentaje de tiro tras el primer cuarto hablaba por su juego: 10/12, un 83% de dos puntos. Los bloqueos funcionaban y Prigioni veía por el retrovisor a todos, con Kaukenas, Lavrinovic o Velickovic de buffet libre. "Has jugado bien, pues finaliza...", le decía Messina al ala-pívot serbio en un tiempo muerto. Dieciocho puntos de ventaja (25-43, a 4:42 para el descanso) no bastan cuando uno busca el sobresaliente.

Hasta 50.

Éste llegaría en la segunda parte, con la ventaja creciendo hasta 30 puntos (48-39), 40 (54-94) o 50 (54-104), que no apagaron sin embargo a la afición local, que aplaudía acompasadamente como en la Marcha Radetzky del Concierto de Año Nuevo. El Madrid se lució y hubo minutos para Dasic o De Miguel. Sólo la poca entidad del rival nos deja la duda de si el Oldenburgo es un espejo real o es como aquellos deformantes del Callejón del Gato. Pero yo no vi a Lavrinovic rechoncho y con papada.