El Fuenla ha vuelto. Lo ha hecho ese equipo combativo y guerrero que se había perdido en las últimas jornadas y que Luis Guil andaba buscando debajo del parqué. Volvió la garra, con el pívot uruguayo Esteban Batista al frente de la revuelta. Y aunque hubo pulso, la batalla era del todo desigual.

"La mejor plantilla de Europa" frente a uno de los pobres de la Liga, que se presentó con tres lesionados: Fitch (máximo anotador ACB), Mainoldi­ y Berzins. Y acabó con Laviña noqueado tras un codazo de Mickeal­. Es decir, siete jugadores y los chavales. Insuficiente para torcerle el brazo al Regal Barça, aunque lo justo para no perderle la cara. De hecho, al último minuto se entró con 60-63. Ricky­ Rubio acertó con un triple cuando la posesión expiraba. Partido resuelto.

Atrás quedaba el empuje de Batista, durante muchos minutos referente único en el ataque local: 24 puntos y 13 rebotes, con 18 tiros de dos, la mitad de los de su equipo. Sufrió algo con Ndong, aunque casi siempre se elevó sobre su par. Las dificultades eran mayúsculas ante la mejor defensa de la Liga. Thomas ayudaba en individual, pero sin asistencias. En el pase sólo sumaba Colom. Los culés apabullaban ahí (16 a 7) con infinidad de alley-oops y con Morris al alza.

Una zona había rescatado al Fuenla tras el 2-12 (luego reaccionaría a un 29-45). Nivelaba el rebote, controlaba a Lorbek y Ndong y se aprovechaba del mal día en el tiro de Navarro y compañía. Pero con Burstein en 0 de 8 la sorpresa se elevaba a categoría de milagro. Otro triunfo al zurrón blaugrana.