'Vendetta' del Madrid por la derrota en Moscú

Baloncesto | Euroliga | Real Madrid 70 - Khimki 59

'Vendetta' del Madrid por la derrota en Moscú

'Vendetta' del Madrid por la derrota en Moscú

pepe andrés

Fuerte defensa y cambios en el perímetro, con Velickovic jugando de alero alto. Cinco puntos de Garbajosa en el último minuto sentenciaron al Khimki de Scariolo. El Madrid mostró más oficio y se consolida en la primera posición del grupo D de la Euroliga.

Pues el Spanish Khimki, el único equipo que había ganado al Madrid en ACB y Euroliga, se llevó lo suyo de Vistalegre. Hubo vendetta. Once puntos de diferencia (70-59), aunque hasta el último minuto los de Scariolo tuvieron una mínima opción de remontada: 65-59. Garbajosa la reventó con un tirito de cinco metros y un triplazo de nueve.

El Madrid no se sale de la órbita, con buena defensa, con varios jugadores destacados sin caer en dependencias. En lo negativo, a Bullock le sigue costando. Más allá de sus problemas con rivales más altos, no anda suelto en ataque. Es pronto para juzgar si recibe más puntos de los que anota. Habrá que esperar a que recupere esa cara de recién levantado de la siesta, porque entonces habrá vuelto el Lou letal. Reyes anda también lejos del ritmo de antaño y Vidal no ha dado el primer paso.

El alero catalán jugó ayer minutos porque Kaukenas era baja. En parte por la ausencia del lituano y en parte porque Messina quiere ensayar ante la falta de un alero grande, Velickovic se empleó bastante tiempo en el puesto de tres. Un recurso para plantar cara a gente tan poderosa como McCarty.

Músculo.

La segunda parte arrancó con Hansen y Velickovic en el perímetro. Un paso adelante físico. Porque ahí, en la falta del músculo, encuentra Messina el único pero de su plantilla. La pareja funcionó, ayudó en defensa a compensar el poderío de Javtokas (2,10) y Mozgov (2,16) y, a la vez, a frenar al eléctrico Langford. Dos retos dispares, los más difíciles. Mientras, Prigioni mandaba en la batalla (siete asistencias) ante Raúl López y Cabezas para disparar a los blancos: 43-30. De ahí hasta el final jugaron con la renta y rozaron la perfección con una canasta para romper a aplaudir, la del 60-50. Tanto Llull­ como Velickovic y Hansen pudieron rematar; siempre un pase más, el que llegó a Lavrinovic bajo el aro. Ese es el camino.