Repaso al campeón

Baloncesto | Euroliga | Panathinaikos 67 - Real Madrid 76

Repaso al campeón

Repaso al campeón

El Real Madrid apabulla en Atenas al Panathinaikos y es líder

Para eso se fichó a Messina, para recuperar el respeto perdido. Es más o menos lo que vino a decir Florentino Pérez en la presentación del italiano en junio: "El Real Madrid será un referente claro que marque el ritmo del baloncesto europeo". Ayer empezó a hacerlo, con un repaso al campeón, el Panathinaikos, en su propia casa, con el mismísimo Obradovic no acertando a poner la pizarra del derecho o del revés. El 67-76 final no refleja el abismo que existió entre uno y otro equipo, porque sólo reinó el Madrid, que llegó a dominar por 21 puntos (45-66), venció y recuperó el liderato de grupo. Messina levantó el pañuelo y el conejo ya no estaba: la crisis se esfumó en una semana. Y encima es mago.

Resulta difícil explicar cómo se puede caer ante el Asseco Prokom y el Xacobeo Blu:sens (con todo el respeto hacia ellos) y, días después, apabullar al Panathinaikos. No es cuestión de método, sino de carácter. Y el Madrid lo tuvo. Ganó, además, sin uno de los dos bases de la plantilla, Llull, cuyos dos corazones y siete piernas son el complemento ideal a Prigioni. Pablo estuvo inmenso. Desquició a Spanulis, aceleró y atemperó el partido cuando quiso.

Gran Prigioni.

Una jugada lo retrató: en pleno contraataque, con 32-46, recibió junto a la línea de triple, libre de marca, pero no lanzó; amagó con ordenar jugada y, cuando los griegos ya se preparaban para el cinco contra cinco, cambió de ritmo y penetró hasta dejar la bandeja. La afrenta le costaría más tarde la respuesta brutal de Batiste, quien le hizo un placaje de fútbol americano (antideportiva) con el duelo ya resuelto (49-68, a 6:12 del final). Bullock y Kaukenas se alternaron en la dirección en los diez minutos que Prigioni descansó. Louis frustró con un triple la reacción local (32-39, min. 23, tras el triple de Spanulis que rompía el desastroso 0/10). El infierno griego se rendía al clínic de Velickovic ante Perperoglu o el recibir-y-tirar de Garbajosa, que recordó al mejor Jorge de los Raptors. Un parcial de 12-0 (49-70 a 61-70) fue el último quiero y no puedo del Panathinaikos. Ya era tarde, en realidad lo fue desde que Velickovic abrió con el 0-2 el recital. Sobran las palabras. Es una pena que la Nueva Gramática de la Lengua Española no recoja el término 'prigionismo'. Sería algo así como "la habilidad para hacer fácil lo que en realidad es tan difícil".