Este clásico lo tiene todo. Y más. Un Real Madrid-Barcelona ya es de por sí atractivo, pero el de esta tarde viene con picante añadido: el liderato en juego y la presencia de Ricky Rubio como azulgrana. El niño que dijo 'no' a Florentino Pérez -que incluso le llamó por teléfono para convencerle para que viniera a Madrid- dirigirá hoy al Barça en Vistalegre. Habrá lleno. Nadie quiere perderse el duelo entre el Madrid de Messina y ese rival al que el italiano calificó de "monstruo" en estas mismas páginas.

Lo cierto es que, mire uno la estadística que mire, el Regal Barcelona intimida. Primero en defensa (encaja 62,2 puntos por partido), mates (4), asistencias (17,2), recuperaciones (10,8), menor número de balones perdidos (13)... Traducido en la Valoración ACB; primero con 95,1 puntos.

Ettore Messina, licenciado en Economía y Comercio, sabe leer muy bien esos números. En el único precedente esta temporada, la final de la Supercopa, el Madrid dominó al Barça y sólo los despistes finales dejaron ir la victoria. Fue, curiosamente, Prigioni quien falló cuando no se debe.

Hoy, en un partido con la baja de Van den Spiegel (lesionado), al argentino le aguarda tarea extra, ya que es el único base de que dispone Messina (Llull está lesionado y Jaric no llega a tiempo). Bullock, Vidal o Kaukenas deberán tomar la batuta en alguna ocasión. Ojo, enfrente está Ricky Rubio, que es capaz de birlarle la batuta al mismísimo Barenboim.

Jaric no jugará y puede debutar ante el Estu

Marko Jaric, que el martes pasó reconocimiento médico con el Real Madrid, verá en directo a sus nuevos compañeros, aunque no podrá ayudarles sobre el parqué de Vistalegre. El alero serbio podría ser dado de alta para el partido del martes (18:45, La 2) contra el Estudiantes, en el Telefónica Arena, correspondiente a la 15ª jornada de la ACB.