A la novena fue la vencida. El Real Madrid ganó por primera vez al Armani Jeans Milán en su casa (tras nueve visitas) y se mete en el Top 16 como primero de grupo, lo que le permitirá evitar en la segunda fase al Olympiakos, que eliminó el año pasado al Madrid en cuartos, y previsiblemente al Regal Barcelona. En el grupo C, evitará o al Maccabi, o al Caja Laboral o al CSKA de Moscú, que aún luchan por la primera plaza.
Ganar o ganar. El Real Madrid necesitaba la victoria para pasar como líder del grupo D (por delante del Panathinaikos, que precisaba vencer y esperar el tropiezo blanco, y del Khimki) y ser cabeza de serie en el sorteo de la segunda fase del próximo lunes. Y el AJ Milán, en una situación más delicada, estaba obligado a imponerse a los de Messina para seguir con vida en el torneo y ser del Top16. "El de hoy es El Partido en mayúsculas", decía el técnico de los italianos Piero Bucchi, previo al enfrentamiento. Y ha sido el partido, el partido de su adiós a la competición tras el triunfo del Prokom ante el Khimki (75-70).
Con Hansen, Bullock, Jaric, Velickovic y Lavrinovic en el quinteto inicial, el Real Madrid recibió, tras inaugurar el electrónico, un parcial de 11-0 que pronto enervó a Ettore Messina. El técnico italiano, molestó con la relajación de los suyos, sentó a la pareja alta y a Hansen para dar entrada a Pablo Prigioni, Jorge Garbajosa y Felipe Reyes. El argentino fue quien revitalizó inicialmente al equipo, con la ayuda de Reyes. El '9' madridista contrarrestó el acierto anotador de Mancinelli, Bulleri y Viggiano y ató en corto a los italianos, extra motivados en el arranque del partido.
El Real Madrid intensificó la defensa en el segundo cuarto y fortaleció el rebote. Con un par de recuperaciones culminadas por la mano certera de Garbajosa, los de Messina empataron a 26 y Bucchi paró el partido. Tras el tiempo muerto reapareció Sergio Llull, recuperado ya del esguince de grado II-III en su tobillo derecho, y comenzó el festival Lavrinovic, capaz de lo mejor y de lo peor: en lo positivo, anotó un par de buenas canastas, provocó dos faltas seguidas de Petravicius y se impuso en el rebote. En lo negativo, falló tres tiros libres y perdió un par de bolas inexplicables. El balón parecía estar vivo en sus manos.
Tras la habitual nebulosa del lituano, el Madrid perdía 37-29 y Messina volvía a pedir tiempo. A falta de 2 minutos para el final de la primera mitad, Jaric tomó el testigo en anotación, pero se vio superado por el acierto de Mancinelli, que acabó la primera mitad con 10 puntos, seguido por Bulleri (8) y Viggiano (8). Los tres, con un acierto del 100% en tiros de dos en ese momento, hacían olvidar la importantísima baja de Morris Finley, lesionado. Por aquel entonces, la mejor noticia para los blancos era la tercera personal de Bullery. En el Madrid, Bullock, Velickovic y Hansen mantenían su casillero a cero. Y en blanco se quedaron hasta el final. Prigioni y Garbajosa, ambos con siete, lideraban en anotación (39-32, al descanso) al equipo, que transmitía pobres sensaciones al descanso.
El Mediolanumforum, con Ronaldinho como invitado excepcional, vibró con la fulgurante salida de su equipo. Mancinelli siguió con su impecable parcial (6 de 6, en ese momento, luego lo ensució con 9 de 11) y Viggiano machacaba el aro, mientras el Madrid se movía en un 2 de 15 en triples. Velickovic y Bullock se fueron rápido al banco 'castigados' por su indolencia y desacierto.
Apareció el mejor Kaukenas
Al final del tercer cuarto despertó el mejor Madrid alentado por Kaukenas, que anotó dos triples consecutivos y una canasta de dos. El 'calentón' del lituano fue continuación de un triple y un robo más canasta de Marko Jaric y de otro triple de Llull.
El momento inspirado de los blancos, sobre todo de Kaukenas, permitió al Madrid ponerse por delante antes del cuarto definitivo por primera vez tras el 0-2 inicial (52-54).
Fue entonces cuando la mesura apareció de la mano del menorquín Llull y el Real Madrid supo rentabilizar su ventaja hasta el final del partido. Mejoró su porcentaje de triples (9 de 25; 36% de acierto), de tiros libres (acabó con 68%) y le favoreció el intercambio de canastas final entre Vidal, Kaukenas, Llull contra Bulleri (11 puntos), Viggiano (13) y Mancilleni (18) para acabar ganando por primera vez en la historia en Milán (66-75) y para certificar su pase como primero de grupo a la segunda fase, lo que le permitirá contar con el factor cancha a su favor.
