Lo del grupo de la muerte era por algo, quedó clarito. El Efes turco llegaba a este Top-16 como el rival del Madrid con peor balance y, pese a ello, se las hizo pasar canutas. Charles­ Smith, rejuvenecido por un día (34 años), con la motivación que da volver a Vistalegre, puso en un brete a su antiguo club. El Madrid sólo respiró cuando vio que se iba con cinco faltas: 71-67 a 2:44. La Araña había firmado 18 puntos, 7 rebotes, 4 pases y ¡5 recuperaciones! Sus triples oxigenaron al Efes, igual que sus robos, que permitieron algún contraataque­ cómodo. Y eso era mucho en un duelo en el que se respiraba tensión, en el que había muchísimo en juego.

Un tropiezo en casa hubiera alejado a los de Messina de los cuartos y ese exceso de responsabilidad lo notaron sus jugadores. Atenazados de salida, el técnico no los abroncaba como otros días. Al contrario, intentaba calmarles. Su equipo navegó muchos minutos a la deriva en ataque. Con nula fluidez y poco acierto en el tiro. Ni siquiera Jaric, el hombre bifidus­ -por lo de su regularidad- cumplía. Tenía el peor día desde que aterrizara hace un mes. Lavrinovic era el único pilar al que asirse.

Al menos, el Madrid no se descompuso bajo presión. Sujetó en parte al rival, que forzaba con cuatro exteriores, y se mantuvo como un bloque para frenar la galopada del Efes (del 15-24 al 30-33 del descanso). Messina­ pasó de intentarlo con tres grandes (Velickovic, Garbajosa y Reyes) a fiarlo todo a la garra de los bajitos (Prigioni, Llull y Kaukenas). Esa vuelta de tuerca atrás dio frutos.

En la reanudación, el Efes viró sus pases hacia Kasun, que apabulló en la pintura en tres acciones seguidas. Fugaz. Entre Prigioni, Bullock y Garbajosa recuperaron el control, aunque sin dejar de sufrir. Con 64-65 Jaric acudía a la cita, y es que el bifidus no falla. Siete puntos del serbio y dos acciones de garra de Llull y Reyes ventilaban Vistalegre. 1-0 y a mejorar para la próxima.