No busquen miedo en los ojos de Messina. Tampoco en los del resto de integrantes de la expedición madridista que ayer por la tarde tomaba el AVE rumbo a Barcelona. Concentración, caras de tensión, eso sí. Todos saben la enorme empresa que tienen por delante: tumbar al mejor equipo de Europa, el Regal Barcelona. Todos conocen los precedentes que quedan por detrás: balance de 3-0 a favor de los azulgrana en la presente temporada. Reto grande. Un ochomil de los de Oiarzabal y Pasaban. Pero es que nadie dijo que llegar a la Final Four de la Euroliga fuera tarea fácil.

Bullock, aún con molestias en su rodilla derecha, completa la plantilla blanca. No hay bajas (en el rival sólo faltará Barton). Una guerra como la de esta tarde necesita a todos. Y entre ellos surge la enorme figura de Ante Tomic, que ha brindado su mejor partido de blanco en vísperas del duelo europeo contra el Barça. "Pese a que hace sólo dos meses que está aquí, se está convirtiendo en referencia. Necesitamos su altura, porque el rebote será importantísimo; ellos rebotean muy bien en ataque y debemos frenarles ahí", apuntaba Messina minutos antes de viajar a la Ciudad Condal. El Real Madrid se agarra a los 2,17 metros de Tomic, también a los 2,12 de Lavrinovic. Son las dos torres blancas. Junto a ellos estará Felipe Reyes, cuya lucha es vital ante un equipo con un poderío interior terrible.

Fortín.

Así quedó demostrado en el último cara a cara entre ambos equipos, la final de la Copa del Rey en Bilbao, donde los azulgrana se impusieron por 80-61 (33 a 25 en el capítulo reboteador). El Palau Blaugrana, donde el Barça no conoce la derrota esta temporada, se llenará para un duelo que arrancó ya en las casas de apuestas: en Betfair, por ejemplo, el triunfo catalán se paga a 1,19 y el madrileño, a 5,8. Dinero en juego. Hoy hay mucho más que eso en el Barça-Madrid.