Navarro rescata al Barça y deja grogui al Madrid

Euroliga | Real Madrid 73 - Regal Barça 84

Navarro rescata al Barça y deja grogui al Madrid

Navarro rescata al Barça y deja grogui al Madrid

jesús aguilera y rafa aparicio

Juan Carlos Navarro olvidó el 0/10 en triples que llevaba en la serie y con 24 puntos lideró el triunfo del Barça en Vistalegre. El Madrid, donde Tomic y Hansen fueron los únicos argumentos ofensivos, debe ganar mañana para forzar el quinto duelo en el Palau.

Con el cambio horario, Navarro vuelve a ser Navarro. Recuperado el duende, que no podía haber ido muy lejos, el Regal Barcelona le quitó al Real Madrid el juguete de las manos, ese factor cancha que permitía a los blancos volver a creer en París. Tan lejos, antes y ahora. De la mano de Navarro, el Barça acaricia la Final Four, cita ineludible los últimos mayos. Messina es un fijo en ella. Ahora, por lo pronto, debe lograr que su Madrid recobre el aliento. Y la fe. Mañana hay batalla.

La pizarra respondió a Xavi Pascual. Sólo falló el experimento de situar a Lorbek sobre Tomic: el 7-6 inicial, con cinco puntos del croata, llevó al esloveno al banco. Su relevo dio resultado, pues Vázquez incordió a Tomic y, además, clavó dos tiritos que engordaron al Barça. Su mordisco al partido se tradujo en un 0-15 (7-19) que dejó al Madrid tambaleando, con Messina ejerciendo de psicólogo en los tiempos muertos. Trataba de hacer el camino más llevadero a sus pupilos: "Son 10 puntos a remontar en 30 minutos; no podemos estar paralizados". Pero lo estaban. Sólo Hansen anotaba (11 puntos al descanso). Frenado Tomic, el mejor de los blancos, el juego interior era nulo: Reyes no lució y Lavrinovic sólo jugó cuatro minutos. Y en defensa, Pascual se las ingeniaba para que, en los cambios de asignación, Bullock bailara con la más fea: unas veces Vázquez y otras Ndong, torres inabarcables para el pobre Lou. El Barça doblaba a su rival con el 17-34 que escondía una herida aún mayor: Ricky y Navarro sentaditos en el banquillo. Un lujo.

Cuando La Bomba volvió, lo hizo para firmar su tercer triple y unirse a la expedición culé que hacía cima con el 23-46. ¿Qué hacer? Pues apretar los dientes, como con el 8-0 que llevó al 31-46 del descanso; o morder sobre Navarro y firmar un 4-0 en el inicio del último cuarto que amagó el milagro (54-61)... Pero nada más. Tocaba caer con honor y ver cómo el '2' sube al casillero de este Barça al que no se le ha olvidado jugar al baloncesto. Ahí estaba Navarro para recordar la lección.