Apesar de lo igualado de los primeros minutos, el Valencia supo vencer con estilo de favorito. Vitoria ya es un hecho. Será el fin de semana del 17 y 18 de abril cuando los de Spahija puedan confirmar si son el mejor equipo de la Eurocopa. Spahija ha convencido a un grupo de que pueden ganar la competición, se lo han creído y llegan a la Final Four como principales favoritos, con un juego divertido y una defensa magnífica.

En una temporada para el recuerdo, remarcarla con el título europeo, el segundo de la historia del club, sería mágico y, de paso, un billete para la Euroliga que viene. En el primer cuarto, aunque ninguno de los dos equipos tomó el liderato, lo más notorio fue la tremenda pitada que propinó La Fonteta a Dikudis en su vuelta. Nada reseñable y el Power arriba por ocho (15 en el total).

El segundo periodo, sin embargo, se cargó un poco más de emoción. El corazón de los helenos salió a relucir, aunque nada tenían que hacer contra la red defensiva de los de Spahija. Se llegó al descanso con 47-28. En la reanudación, más de lo mismo. El Power fue muy superior a los griegos, que intentaron llevar el choque a lo físico y saciar su hambre de venganza con una defensa que rozaba lo ilegal y que, por fortuna, fue rápidamente castigada por los colegiados. Así, el Aris perdía su moral poco a poco mientras que las 9.000 personas que llenaron La Fonteta disfrutaban. La eliminatoria murió y los supervivientes eran los taronja. El camino a Vitoria se despejaba y se conocía que el rival en semifinales será otro equipo griego, el Panellinios.