La opinión pública suele relacionar el nombre de Zalgiris con dos de los más famosos equipos de baloncesto de Lituania: el Zalgiris de Kaunas y el Zalgiris de Vilnius. Pero todo, incluso esos nombres, incluso el talante combativo del baloncesto lituano, procede de una célebre batalla: la batalla de Zalgiris (1410) o de Grünwald, el Bosque Verde, donde los lituanos, unidos a los polacos, derrotaron a la élite guerrera de Alemania: los Caballeros Teutones.
Zalgiris es el símbolo del orgullo lituano que, en baloncesto, se transformó en esos equipos de Kaunas y Vilnius que imprimieron sello en Europa. Ahí nacieron y crecieron las joyas del baloncesto lituano: Sabonis, Marciulionis, Homicius, Kurtinaitis, los pioneros del país báltico en la NBA... y los antecesores, con el bronce olímpico en Barcelona, de la gran Lituania de Jasikevicius que firmó el título europeo en el Eurobasket de 2003, batiendo en la final de Estocolmo a una joven España guiada por Pau Gasol. En la NBA de hoy, el fortísimo alero Linas Kleiza (ex Denver, ahora en Toronto) es el último guerrero de Zalgiris.