El amistoso que Grecia y Serbia disputaban el jueves por la noche en Atenas acabó en batalla campal. Un encontronazo entre el provocador base serbio Teodosic y el pívot griego Fotsis hizo saltar la chispa (imagen de abajo). La cosa fue a mayores y degeneró en una batalla campal con puñetazos y patadas. Nenad Krstic lanzó una silla que le hizo una brecha en la cabeza a Burusis (vestido de calle por lesión). Antes, Krstic se había enfrentado al hercúleo Schortsanitis, que golpeaba en el suelo a Bjelica.

El partido se suspendió en el OAKA ateniense a 2:40 del final con 74-73 para Grecia y unos 5.000 espectadores en la grada. La policía griega arrestó a Krstic y el jugador de los Oklahoma City Thunder de la NBA se pasó la noche en las dependencias policiales, aunque ayer por la tarde ya viajó a Belgrado.

La Federación Internacional (FIBA) emitió un comunicado condenando la violencia, además de anunciar que estudiará sanciones para los implicados. "Estoy horrorizado tras ver esas imágenes vergonzosas", dijo Patrick Baumann, secretario general del organismo, que añadió: "Tomaremos las medidas necesarias contra cualquier jugador que haya estado involucrado en este impactante incidente. La FIBA revisará urgentemente el partido. No dudaremos en sancionar fuertemente a los jugadores que han llevado al baloncesto al descrédito".