Goliat pudo con David

RUSIA 78 - NUEVA ZELANDA 56

Goliat pudo con David

El cuadro oceánico opuso resistencia pero no pudo frenar la superioridad en centímetros del equipo de David Blatt. Mozgov y Vorontsevich, los mejores en el despegue ruso.

La selección de Rusia se clasificó para los cuartos de final del Campeonato del Mundo de Baloncesto, que se disputa en Turquía, al vencer, no sin dificultad a una brava selección neozelandesa (78-56) que utilizó todas sus armas ante su evidente inferioridad física respecto a los europeos.

Durante catorce minutos, Nueva Zelanda se permitió seguir soñando con otro milagro. Porque de milagro hay que calificar que una selección con sólo dos jugadores de más de dos metros, Frank mide 2,00 metros y Bradshaw, 2,05, se haya colado en el ya selecto grupo de las dieciséis mejores del mundo.

En esos minutos dominó el marcador y el juego en un ejercicio que dejó a la selección rusa con sólo dos puntos anotados en los primeros seis minutos de juego, 2-9. Toda una proeza para los ''kiwis''.

Su rival de hoy en octavos de final, Rusia, tiene a medio equipo, seis jugadores, por encima de los dos metros y dos de ellos, Mozgov, 2,15, y Kaun, 2,11, superan los 2,10 metros que tiene otro jugador ruso, Zhukanenko.

Pero Nueva Zelanda, además de hacer la ''Haka'' (danza maorí que antecede a la batalla para amedrentar al enemigo) resulta que sabe jugar al baloncesto, que es un equipo con alma y que sabe administrar con coherencia sus limitados recursos.

Bastó una zonita defensiva para que Rusia tuviera más que problemas para atacar. Después el tiempo y el cansancio fue suficiente para que Nueva Zelanda fuera perdiendo gas y para que Rusia fuera imponiendo su superioridad física.

Aún así, los europeos sólo se pudieron ir al descanso ganando de cuatro puntos, 31-27 y fue en el tercer periodo cuando las diferencias se agrandaron definitivamente.

Del 51-40 del final del tercer periodo hasta la conclusión del partido, Nueva Zelanda siguió a su ritmo, demostrando que es un equipo con casta. Pero, una vez más, Goliat pudo con David.