El Baskonia perpetró uno de los peores partidos de los últimos años y, ahora mismo, queda al borde del abismo en la Euroliga. Un torneo emblemático para el club peligra claramente tras la derrota de ayer -la quinta seguida- contra el Prokom, teóricamente el conjunto más asequible del grupo A.

Los de Ivanovic no dieron pie con bola en toda la noche, tomaron siempre las decisiones equivocadas y dieron alas a un equipo plagado de americanos y de jugadores con pasado ACB. A la postre, ellos también saben jugar al baloncesto.

Los dos primeros cuartos fueron muy igualados (30-30, minuto 15). Para entonces, Barac ya se había cargado de faltas (circunstancia que aprovechaba Varda) y Haislip quedaba descartado por una lesión (diez puntos de sutura en el labio).

En el tercer periodo, los de Ivanovic mejoraron sus prestaciones y empezaron a estirar la goma (45-34), pero un parcial de 0-9 volvió a meter a los polacos en el partido. Pasaba el tiempo y, no sólo no se resolvía el entuerto, sino que se complicaba aún más para los locales (58-64, min. 33).

El Caja Laboral anda corto de efectivos en general, pero si, además, Logan, Ribas, Oleson o Bjelica apenas aportan, todo queda a expensas de los de siempre. Barac hizo unos números de ensueño (26 de valoración), San Emeterio se echó el equipo al hombro (a veces demasiado individualista), Teletovic sumó puntos (pero hizo 0 de 7 en triples) y Marcelinho quiso liarla (8 asistencias) y lo que hizo fue liarse él mismo.

El conjunto alavés se aferra ahora a ganar los dos partidos de Vitoria (Khimki y Partizán) y el de fuera (Kaunas) para resolver el rompecabezas y pasar al Top-16. Todo lo contrario, sería una hecatombe para una entidad como la vitoriana.