"Parece cuestión de 'vamos a salir y pegar a Pau Gasol'"

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"Parece cuestión de 'vamos a salir y pegar a Pau Gasol'"

"Parece cuestión de 'vamos a salir y pegar a Pau Gasol'"

El técnico cree que los árbitros no hacen lo suficiente para proteger al español. Mientras Kobe Bryant airea su disgusto con el rendimiento de los Lakers en las últimas semanas.

Los Lakers ganaron en pista de los Nets dentro de su gira más larga de la temporada, después de perder en la mucho más dura cancha de los Bulls y antes de visitar Washington, primero al presidente Obama y después a los Wizards, que ya les pusieron en apuros en el Staples. El triunfo necesitó un último cuarto estelar de Bryant tras llegar a los últimos minutos con el marcador apretado. Otra señal de que el equipo no está en su mejor momento. Su balance es de 17-7 a pesar de un calendario benévolo y de un brillante inicio de temporada. Al bicampeón le está costando mantener la tensión con los playoffs todavía muy lejos, con el lastre de las bajas en el juego interior y con una actividad defensiva impropia en muchos partidos.

Pau Gasol puede representar bien la curva descendente en la que han vivido los Lakers sus primeros 24 partidos de la temporada. Empezó en números de MVP y su rendimiento ha caído en estadísticas y sensaciones. Un factor clave parece la acumulación de minutos tras la lesión de Ratliff y la eterna baja de Bynum, que debería regresar en la actual gira, quizá precisamente ante los Wizards. Pero Phil Jackson, el 'Maestro Zen' que no da puntada sin hilo, apunta en otra dirección para explicar los problemas en ataque de un Gasol que ante los Nets terminó con mejores números que sensaciones. Se fue al doble-doble pero con un muy pobre 6/19 en tiros de campo.

Para Phil Jackson, Gasol no recibe el respeto arbitral que merece y los rivales se están acostumbrando a llevar el juego físico más allá del límite para frenar el talento del pívot español: "Parece una filosofía del tipo 'vamos a salir y golpear a Pau'. No permitirle ninguna acción fácil, cargar contra él y endurecer el juego todo lo que se pueda. Los árbitros simplemente lo dejan correr y todo el mundo está entrando en el mismo juego: pararle al límite del trabajo físico. Él está un poco frustrado pero tiene que tomárselo con actitud de ajustar él cuentas si los árbitros no lo hacen".

Jackson, que otras veces ha sido sarcástico con respecto a los atributos de Gasol para entrar en las batallas físicas, celebró su respuesta ante los Nets, donde hizo un buen último cuarto con seis puntos, cuatro rebotes y dos tapones: "Creo que se mantuvo firme. Intentamos animarle desde el banquillo para que pelee y sea sólido. Le golpearon un par de veces en la boca. Primero se desconcertó un poco pero después plantó cara e hizo un puñado de cosas muy positivas en el tramo final del partido".

Mientras, el propio Gasol se muestra resignado y concentrado en mantener su nivel de juego: "Estaba un poco frustrado, no me pitan todas las faltas que deberían por todos los contactos. Simplemente intento quitármelo de la cabeza". Kobe Bryant, con su habitual actitud espartana, se limitó a apuntar que el equipo no debe buscar excusas sino competir sean cuales sean las circunstancias: "No es más que algo con lo que tienes que convivir. Tienes que estar por encima de eso".

Y mientras los Lakers caminan con cierta indecisión por un Oeste más salvaje de lo previsto por la excelente racha de Spurs y Mavericks y la pujanza de Jazz y Thunder. El propio Kobe no estaba precisamente contento tras salvar a su equipo con 25 de sus 32 puntos en el segundo tiempo ante Nets. Con su muy habitual gesto inescrutable dejaba un mensaje fácil de codificar: "Al final comenzamos a trabajar mejor, de una forma más dinámica. No podemos quedarnos parados esperando a que sucedan las cosas. Tenemos que mover la bola, cortar y movernos. Cuando empezamos a hacerlo, ganamos el partido. Tenemos que conseguir la energía y la motivación necesarias para competir cada noche. Me da rabia que no estamos siendo capaces de jugar así".

Mientras, Lamar Odom, casi siempre con una actitud mucho más relajada que la de Kobe, se toma el asunto con mucha más filosofía. Sabe que los anillos no se ganan en el frío diciembre pero reconoce que los últimos partidos no son precisamente un motivo para presumir: "No podemos ser un equipo grandioso cada noche. Pero es cierto que no estamos rindiendo a nuestro verdadero nivel. Cogemos ventajas y luego las tiramos a la basura. Eso nos obliga a hacer esfuerzos extra. Es un tanto decepcionante, no estamos jugando bien".