Aíto sigue siendo todavía entrenador del Unicaja. El club le ha sentenciado y tiene más que decidido su despido. Pero no lo hará oficial hasta que tenga cerrado el acuerdo con el futuro entrenador. El Unicaja ha hecho del error una constante en los últimos tiempos y hoy firmará otro episodio dantesco en Granada. Allí apurará las remotísimas opciones de jugar la Copa (apenas un cuatro por ciento) bajo la batuta de un técnico que aguarda su ejecución en el patíbulo. Las formas han dejado de contar en el club verde, que continúa en negociaciones con Maljkovic­. El serbio quiere un año y medio de contrato y el Unicaja sólo le ofrece seis meses, lo que imposibilita el acuerdo. Paco Aurioles, que está firmando un trabajo brillante en Adecco Oro con el filial, sigue en la recámara. Pero hay voces en el club que le consideran una apuesta muy arriesgada. Chus Mateo y Veljko Mrsic también han sido sondeados.

Mientras tanto, Aíto prepara con una mano el petate y con la otra el partido de esta noche, sin uno de sus buques insignia, Terrell McIntyre, que ha recaído de la lesión en el bíceps femoral de su pierna derecha y es más que seria duda.

Barrera.

T-Mac cederá el testigo a Blakney y Freire. Ambos se las verán con Panchi Barrera, apuesta personal de Aíto en verano y que ha sido recientemente cedido al Granada. El uruguayo tiene un cuenta pendiente con su ex equipo. Pero para saldarla tendrá que subir mucho su nivel de juego.

Granada y Unicaja medirán fuerzas en el derbi con menos brillo en muchos años. Los nazaríes, que han fichado a Roberto Guerra, son colistas con sólo tres victorias y los malagueños van camino de culminar el ciclo más negro desde su ascensión al pedestal de los grandes de la ACB. Derbi de lágrimas.