El Real Madrid logró el pase a las semifinales de la Copa del Rey de baloncesto tras deshacerse, no sin dificultades, de un Gran Canaria que le puso en dificultades durante gran parte del choque. Los de Messina comenzaron el partido dormidos y su rival lo aprovechó para distanciarse en el marcador. A medida avanzaban los minutos los blancos reaccionaron para acabar sellando su pase a la siguiente ronda, donde se enfrentarán al Power Electronics. El conjunto madrileño tiene como objetivo reconquistar un torneo que no logra desde el año 1993. La buena racha del equipo de Messina, invicto en 2011, y la irrupción del joven Mirotic fueron los dos principales pilares en los que se basaron las esperanzas blancas. Ante ellos, un equipo que contó entre sus filas con el máximo anotador de la temporada en la ACB y que logró 30 puntos, Jaycee Carroll. Xavi Rey capturó nueve rebotes y se convirtió en el mejor del partido bajo el aro.

Madrileños y canarios comenzaron el partido con titubeos que empobrecieron mucho su porcentaje de tiro inicial. Tras los tres primeros minutos de juego, el marcador reflejaba un paupérrimo 2-2 que ambos conjuntos se encargaron de borrar desde la línea de tres tras serenarse y meterse en el partido de forma definitiva. Contra todo pronóstico fueron los hombres de Pedro Martínez los que se hicieron con la iniciativa y los que se colocaron con una ventaja en el electrónico que lograron mantener hasta la conclusión del primer cuarto. Con 9-14 Messina solicitó un tiempo muerto más que necesario a tenor, por ejemplo, de la falta de acierto de Prigioni en triples (cuatro intentos y cero aciertos). El Gran Canaria logró desarbolar a su rival y meter el nerviosismo en los jugadores rivales. Las numerosas faltas y pérdidas de balón de los madrileños en la recta final del primer asalto así lo evidenciaban. Con 14-21 acabó el primer cuarto. Wallace y Carroll fueron los máximos anotadores con seis puntos y Xavi Rey el máximo reboteador con cuatro capturas en los diez primeros minutos de partido.

El segundo cuarto comenzó de la misma forma que el primero. El Real Madrid siguió con un ataque muy espeso ante la agresiva defensa del Gran Canaria. De esta manera, el conjunto madridista no gozó de opciones fáciles de tiro y no logró acortar distancias. A medida que se acercaba el ecuador del segundo cuarto, los de Messina lograron maquillar el marcador poco a poco hasta lograr el empate (27-27) a los quince minutos de partido, coincidiendo con el primer tiempo muerto solicitado por Pedro Martínez. El técnico canario vio como todo el trabajo realizado se esfumaba ante la reacción del equipo rival, provocada por el bajón de intensidad defensiva de su equipo. Un parcial de 17-2 favorable a los 'locales' les permitió despegarse en el marcador (35-27) de una forma que parecía definitiva viendo la tónica y la dinámica que tomaba el choque. Gran Canaria logró superar el despiste general sufrido y se fue al descanso ajustando el marcador todo lo posible (39-34). Carroll era el máximo anotador por aquel entonces con 11 puntos. Carlos Suárez y Ante Tomic, con cinco rebotes cada uno, fueron los mejores bajo el aro a la conclusión del primer tiempo.

Tras el intermedio, el Real Madrid aumentó aún más su agresividad en defensa para intentar poner en apuros a Gran Canaria. El conjunto canario fue capaz de contener el arreón blanco llegando a situarse por encima en el marcador (43-44) con un extraordinario triple de Wallace a los cuatro minutos de la segunda mitad. A quince minutos de la conclusión el partido seguía totalmente abierto. Ambos equipos dirimieron un vibrante toma y daca en los instantes cruciales de un partido en el que sólo podía quedar uno. La balanza acabó decantándose para los madridistas (54-48) a base de triples y recuperaciones de balón que minaron poco a poco la moral del conjunto canario. A falta del último cuarto de partido el marcador era 56-51. Jaycee Carroll seguía haciendo buena su condición de máximo anotador de la temporada en ACB con 16 puntos. Su compañero Xavi Rey encabezaba la tabla de reboteadores del choque con ocho capturas.

Los de Messina llegaron al asalto definitivo con una corta ventaja que supieron administrar en los diez últimos minutos de partido. La efectividad en el tiro interior y exterior, aliñada con alguna que otra recuperación de balón, sirvió al Real Madrid para distanciarse de forma definitiva en el marcador. El tiempo muerto solicitado por Pedro Martínez sirvió de bien poco. Con diez puntos de ventaja (66-56) y a falta de cinco minutos del final, el Madrid había puesto ya la directa hacia las semifinales y no dio opción alguna de volver a meterse en el choque a su rival. Jaycee Carroll fue el máximo anotador del partido con la friolera de treinta puntos anotados. Xavi Rey, con nueve capturas, fue el máximo reboteador. El Real Madrid se enfrentará el próximo sábado al Power Electronics en la antesala de la final.