Esa Liga bipolar, en la que Regal Barcelona y Real Madrid comparten liderato y aventajan en cuatro victorias al tercero en discordia, se trasladó también a la Copa. Al igual que en fútbol, habrá final soñada, clásico con los azulgrana luchando por su sexto título en dos años (han sumado dos Supercopas, una Copa y una Euroliga) y el Real Madrid, con el casillero a cero e intentando desquitarse de los últimos tropiezos ante el Barça, que ya van siendo demasiados.

Desde que aterrizó Messina en el proyecto blanco, sus diez clásicos se han resuelto con un sonrojante 1-9. Y lo que es peor, la diferencia en esa decena de duelos es de 12,5 puntos y aún pesa ese 89-55 en la Supercopa de Vitoria de esta temporada. "Cuando te enfrentas a un adversario que te ha ganado de forma tan contundente debes hacer una reflexión: ¿deseo volver a jugar contra este rival o evitarlo? Cada jugador tendrá su respuesta", confesaba Ettore Messina­ el lunes en el Foro Ferrándiz-AS. Pues les tocará volver a hacerlo.

De todas formas, la historia no termina de decantarse. El anfitrión no gana desde la edición de Vitoria en 2002 y para encontrar un campeón que repitiese hay que remontarse más, a 1988. Precisamente fue el Barça­, que si hoy gana, alcanzaría al Madrid en el palmarés con 22 títulos. El equipo azulgrana ha aprovechado la sequía blanca. La pasada jornada le preguntaban a Suárez. "¿Cuántos años lleva el Madrid sin ganar?". El de Aranjuez se atrevía: "Veinte". "Son 17", le corregían. "Pues eso, que esperemos que no llegue a los 20". Para lograrlo deberán frenar a Navarro, que ya avisó. Quiere su quinta Copa y su primer MVP.