Navarro ametralla a un Caja Laboral a medio gas

Copa del Rey | Regal Barça 92-Caja Laboral 73

Navarro ametralla a un Caja Laboral a medio gas

Navarro ametralla a un Caja Laboral a medio gas

PAULINO ORIBE

Anotó 26 puntos y estuvo bien respaldado por Anderson

El Barcelona, con un Navarro descomunal, se ganó ayer el derecho a romper una maldición perpetuada durante casi medio siglo. Desde 1988, esto es, durante 23 años, coincidiendo con el estreno del formato actual del torneo, nadie consigue revalidar el título de Copa. Fueron precisamente los azulgrana los que lograron repetir, en el pleistoceno del baloncesto español. Y el premio va más allá: en caso de levantar hoy el trofeo, el club culé igualará a títulos (22) con el Madrid, precisamente su último obstáculo hacia el oro.

El Barça tuvo que vencer a sus fantasmas La sombra de la Liga pasada, con el Baskonia afeitando a un equipo camino del triplete, le pesaba en la previa. Pero a la hora de la verdad, el campeón de la Copa en curso salió como un ciclón: en tres minutos, Ivanovic pidió un tiempo muerto porque su equipo se descosía (8-2). Pascual optó por un duelo de altas vibraciones y a los diez minutos ya había puesto sus doce Ferraris en pista.

Al grupo baskonista llegó muy fundido por el pulso asfixiante del día anterior ante Bizkaia Bilbao, algo que se notó mucho más en el caso de Huertas, y no le alcanzó con el empeño durante el primer acto. Ivanovic sacó a los secundarios para salir de la perturbación. Las penetraciones de Logan y el acierto exterior de Bjelica obraron un 0-7 para igualar el pulso: 28-27, a 4:17 para el descanso. La Bomba, castigada en defensa por el escolta de Chicago con pasaporte polaco, había recibido un pequeño descanso y el Barcelona le echó mucho de menos en esos instantes. Una mala caída de Logan le apartó del partido un rato eterno para los vitorianos, que no dejaban de mirar de reojo la reparación en la muñeca de su guía ofensivo en el banquillo.

Partido roto.

El Barça afeitó en el tercer cuarto a su verdugo de mediados de junio de 2010. Anderson justificó por qué Pascual le ha elegido a él y ha apartado de la Copa a Mickeal, uno de los mejores treses de Europa. Sus tiros y la carnicería que provocó Perovic en la zona desnudaron a un Baskonia que no acaba de coger la brújula de su heráldica.

El Barça no sólo se tomó cumplida revancha. Se gustó al final y quiso enviar una señal al Madrid para el Clásico de hoy, reedición de la final del año pasado en Bilbao.