El Madrid se despidió del Top-16 con una derrota tan intrascendente como dolorosa. Pasa a cuartos como primero de grupo, pero el ridículo de ayer se lo podía haber ahorrado, quizá incluso le pase factura. Porque la paliza fue de aúpa (la tercera mayor como local en Europa, según Mr. Chip). Un esperpento. Tercer traspié en cuatro partidos (primero del curso en la Caja Mágica). El Siena llegó a ganar por 31 (51-82), con los aficionados marchándose anticipadamente. Ya se habían cansado de pitar. Lo único positivo, las maneras de Begic en el tramo final.

En la rueda de prensa, Messina­ dijo que en el vestuario deberán hablar seriamente de lo ocurrido y pidió perdón en nombre del equipo: "Lo que ha pasado es muy difícil de aceptar por respeto a la gente que se levanta pronto para trabajar y luego paga una entrada para vernos". El técnico solicitó no responder preguntas, quizá para morderse la lengua. El capitán, Reyes, justificó a la afición: "No dimos la cara".