El Unicaja logró su quinta victoria consecutiva en la ACB al asestar un duro correctivo al DKV Joventut en el Martín Carpena (111-55), lo que permite al equipo malagueño seguir en la lucha por el título. Los minutos iniciales se caracterizaron por la igualdad entre ambos equipos con las defensas bien cerradas y el acierto en el ataque, lo que aprovechó el conjunto catalán para lograr su única ventaja en el marcador (8-10, m.5).

A partir de ese momento, tanto Archibald como Fitch impusieron un ritmo frenético al partido para llevar en volandas al Unicaja con transiciones rápidas y precisas que acaban con éxito en el aro rival y dominar el primer parcial (25-16). Hosley y McDonald se esforzaban en mantener en el partido al conjunto badalonés, pero el Unicaja seguía controlando con facilidad el encuentro, aunque no lograba despegarse con claridad en el marcador (32-19, m.15).

Sin embargo, el perímetro del cuadro malacitano comenzaba a funcionar a la perfección de la muñeca de Jorge Gabajosa y un excepcional Saúl Blanco, y los locales se fueron al descanso con una ventaja casi definitiva (47-39). Lejos de bajar el ritmo, el conjunto malagueño mantuvo su recital de acierto ofensivo, lo que le llevó a dominar con claridad y sin piedad un tercer cuarto en el que ya se presagiaba un triunfo contundente (76-45).

De esta manera, el cuarto final fue un mero trámite y los jugadores entrenados por Pepu Hernández no tuvieron ninguna opción de maquillar el resultado, ya que el Unicaja seguía empeñado en darse un festín y, aclamado por su afición, buscó un resultado histórico en su cancha. Freeland y sobre todo Sinanovic se apuntaron al festival malacitano y apuntalaron una victoria contundente (111-55) que permite al Unicaja seguir en la lucha por las eliminatorias por el título, mientras que asesta un duro golpe moral al DKV Joventut.