El Halcón Avenida de Salamanca aterrizaba en España a las diez y media de la noche. Las nuevas reinas de Europa llegaban a Barajas después de desbancar en la final al todopoderoso Spartak de Moscú, que se fue con las manos vacías tras cuatro títulos seguidos. "Si alguien se merecía esto, éramos nosotras", aseguraba una orgullosa Silvia Domínguez, la primera en salir a la terminal, con el trofeo en su carrito.

Allí, un grupo de aficionados salmantinos las esperaban con banderas y cánticos. El Avenida ha colocado en el mapa deportivo europeo a una ciudad de poco más de 150.000 habitantes, que el domingo 10 de abril se atrevió a tocar un cielo inalcanzable para un equipo español desde 1993, año en el que el Dorna Godella conseguía su segundo título continental.

Ahora la afición se teme que varias de sus heroínas, empezando por la MVP Alba Torrens, dejen el Avenida ante las ofertas de clubes más ricos. En Barajas, una seguidora regaló a las jugadoras una caja de dulces con una nota que era un reto: "Sois las campeonas, ¿vais a dejar que sean otras las que defiendan el título?". Ya lo veremos, pero ayer era día de fiesta.

De festejar un sueño que comenzó hace 20 años, cuando el club nació bajo el amparo de la Universidad. No conseguiría su primer título hasta 2005, una Copa de la Reina, que se completaría con el doblete (Copa y Liga) de 2006. Pero esta temporada le ha arrebatado el trono nacional al Ros Casares y el Europeo al Spartak. Como cantaban a voz en grito en el autobús que las sacó de Barajas: "We are the champions". Por supuesto que son las campeonas.

Fin de fiesta.

Y de Barajas se marcharon directas al restaurante Txistu, donde la Federación Española había organizado una cena de celebración. Allí las recibió el presidente José Luis Sáez, siempre especialmente dedicado al baloncesto femenino, que felicitó emocionado a las jugadoras y a Jorge Recio, dueño de las Perfumerías Avenida y presidente del club. Durante la cena, los televisores mostraban una y otra vez las imágenes de la gran final y de la celebración posterior y, además, cada jugadora recibió un dossier de prensa con todo lo que se ha publicado de ellas estos días. Constaba de muchas páginas, pero ni una más de las que ellas, las campeonas, se merecen.