Defensa fue la primera instrucción que escuchamos en boca de Molin y la clave a la que se agarró Maldonado para la segunda parte, también la explicación posterior de Suárez al despegue del tercer cuarto. Sin embargo, el amplio triunfo del Madrid se fraguó en ataque. Y bien que lo agradeció la afición, harta de tanto baloncesto especulativo, que niega por sistema la transición, y qué decir del contraataque. Es obvio que para ganar la Euroliga se necesita una defensa extrema, además de talento y personalidad, pero también que este Madrid juega más suelto cuando mete una velocidad extra, incluso con Prigioni al frente de la nave. Rebotear y correr no implica que el rival te fulmine con las mismas armas.

La diferencia es que los blancos esta vez aceptaron el tiroteo. Vimos sueltos a los jugadores por tercer partido seguido (antes Cajasol y Menorca), cuando hacía dos meses que no ganaban sin agobios. Por encima del 58% en tiros de dos, nueve triples (45%) y 16 asistencias para un valoración final de 120 a 58. Llull andaba en estado de gracia (14 puntos en poco más de medio cuarto, el segundo), Reyes imparable para los pívots naranjas y Mirotic acertadísimo en los triples y en los libres.

El Madrid barrió en el duelo al sol, cuando el revolver de Kus (13 tantos en los ocho primeros minutos) se quedó sin munición tras un 16-25. El Fuenla ni sostuvo su ritmo en ataque ni aguantó el del rival. Es lo que tiene acostumbrarse a los milagros, que cuando no llegan el presupuesto y la lógica te pone 20 abajo ante un grande. Con Rabaseda lesionado y con Ayón fuera, primero con cuatro faltas y luego con una quinta prematura (minuto 32), vimos a Barton, un alero, y a Mainoldi, un falso pívot, peleando ante las torres blancas, frente a tres jugadores de más de 2,11 y otro de 2,08. Maldonado tiró de cantera, de Álvaro Muñoz, con una estética entre Ricky Rubio y Francesc Solana­. Desparpajo.

El Fuenla se desplomó poco después de ponerse a dos (52-50) porque erró nueve tiros seguidos: 61-50. El problema es que la mayoría fueron cómodos. No resistió, así de simple. Al Madrid, en cambio, le dio igual por un día que el rival amagara con una zona. Se sentía suelto: 21 arriba. Mañana, más; aunque en pista del heroico Fuenla. Ojo.

Maldonado: "Administramos mal la defensa"

"En la primera parte estuvimos bien, con energía y acierto, pero luego administramos mal la defensa y en el tercero cometimos demasiados errores. El Madrid jugó más duro, pero le señalaron menos infracciones. La temporada para Rabaseda se ha terminado".

Molin: "Jugamos tres cuartos buenos"

"En el primer cuarto nuestra defensa estuvo mal colocada y el Fuenla tuvo mucho acierto. Luego hicimos tres cuartos muy buenos, más agresivos. Estoy contento con el rendimiento de todos y el nivel de baloncesto que exhibimos. Lo importante es la química y respetar las rotaciones".