Verano mágico para el baloncesto español, tercer oro en las últimas dos semanas, a sólo uno de los cuatro logrados en 2009 y en 2006. Y también tercer triunfo de España en un Europeo Sub-18, volvemos a tener júniors de oro como en Varna 98 (Gasol, Navarro, Reyes, Calderón, Raúl, Cabezas, Berni, Bueno, Gabriel...) y Zaragoza 2004 (Sergio, Suárez, Llull...).
Contamos de nuevo con nombres para ilusionarnos: Alejandro Abrines, MVP del torneo y al que comparan con Rudy; los madridistas Dani Díez, un alero todoterreno que ha jugado de falso pívot con casi 11 rebotes de media, y el base Jorge Sanz, 22 puntos en la final. También está ahí el diablo colegial Jaime Fernández, que se destapó ayer con seis puntos en el último parcial tras no brillar desde cuartos. Y los pívots Hernangómez, hijo de un exmadridista y de una histórica de la Selección, Woony Geuer; Suárez de la Penya y Olaizabal, que deja el Madrid para volver a su tierra, al Lagun Aro.
En la final España batió a Serbia en un partido poco brillante tras un torneo inmaculado. Esta vez no apabulló en el rebote (aunque sí en tapones: 10-1), careció de juego de pase y erró en los triples (17% cuando rozaba el 40); pero venció porque esta generación es más competitiva que la serbia. A Miljenovic, su figura, le sobra talento y le falta físico. Sanz le quebró en cada entrada. El ogro es ahora España, en todas las categorías.
Abrines, MVP del Europeo
Alejandro Abrines, alero del Unicaja de 1,98 m, es el MVP del torneo (13,1 puntos). En el quinteto ideal aparece también el alero madridista Dani Díez.
