No hay otra fórmula: en baloncesto y en casi todos los deportes, la energía libera más energía. Y la intensidad genera intensidad. Con energía, intensidad y agresividad en la primera línea defensiva y las ayudas interiores (total de cinco tapones), España corrió con más ritmo que en toda esta fase de preparación. Y corriendo, con ratitos al galope, la Selección pasó el rodillo sobre el trantrán de los eslovenos de Maljkovic: 79-57.

El segundo triunfo sobre Eslovenia en 24 horas y en Andalucía Oriental ofreció la cara vibrante del superior tono físico y ritmo de partido. Pero surgieron los primeros problemas físicos: el tobillo izquierdo de Ricky, lastimado en Málaga, en una melée, en la noche del sábado... y el codo derecho de Rudy Fernández, quien recibió un impacto directo de Dragic en la zona donde ya había una tendinitis. Salvo nuevos episodios, no es probable que estos golpes pasen factura en el Eurobasket. Por si las moscas, Pau Gasol va agigantándose.

Superior. Esta vez, el mayor de los Gasol y el primero en pisar la NBA (donde va a cumplir una década) sí se movió con el poderío y superioridad que de él se esperan. En 15 minutos en pista, Pau anotó 19 puntos, diez de ellos consecutivos en el rush o acelerón que dinamitó el partido: desde el 38-28 del descanso, y en zona 2-1-2, Eslovenia se había acercado hasta el 53-50 del minuto 29. Pero el 35' ya se cruzó con 70-50, tras un tremendo 17-0 y sin que los eslovenos anotaran un punto en los primeros cinco minutos del último cuarto. Esos cinco minutos fueron, con seguridad, los mejores de España en esta preparación.

La selección eslovena se sintió tan zarandeada que su estrella, Goran Dragic (ex Phoenix Suns, ahora en Houston) tuvo que irse del partido tras indeseable falta antideportiva sobre Llull. No sólo carburaba Pau Gasol: Ibaka, Marc, Navarro e incluso San Emeterio atravesaban las líneas eslovenas a toque de carga tras la llamada a filas de Pau, con el tiro en escorzo sobre la sirena del tercer cuarto que valió el 55-50. Esas son las cosas que hacen decir a Phil Jackson, cuando está de buenas: "Pau hace acciones en juego difíciles de concebir y explicar en un hombre blanco alto de 2,17".

Pues Pau las hizo. Las hace: triples, tiros cortos, tiros en escorzo, asistencias en transición, hale-hop... y España en alfombra voladora hacia el 79-57. Seis partidos, cinco victorias: descanso de cuatro días, viene Australia y a volar hacia el Eurobasket. Volar y soñar.