La selección de Lituania se despidió del Europeo con una victoria ante Grecia, por 73-69, que le dio la quinta plaza final y que alegró a una afición entregada a su equipo, pese a la intrascendencia del resultado.

Grecia llevó la iniciativa desde el primer momento en un partido carente de objetivos para ambos equipos, apartados de las medallas y con el premio menor de haber obtenido plaza para la disputa del preolímpico el próximo año.

Sólo el ánimo de la afición lituana, fiel a su equipo, alegró un poco un partido que se estrechó en el marcador y en el que el nivel defensivo dejó mucho que desear.

La falta de tensión en los jugadores tuvo como consecuencia los muchos errores en los lanzamientos y en los balones perdidos.

Veinticinco minutos le costó a Lituania tomar el mando en el marcador, gracias a una defensa en zona y a un mayor acierto en el juego ofensivo gracias a tiros cortos o penetraciones en bandeja.

Después en el último periodo, el marcador se estrechó y se llegó a un final muy apretado en el que los organizadores resolvieron mejor.