Serge Ibaka cumple hoy 22 años. El Gran Maestro Zen Phil Jackson cumplió ayer 66. Y la Selección española de baloncesto navega hoy ante Francia (20:00 horas, Kaunas Arena), en busca de hacer historia con su segundo título europeo consecutivo gracias a muelles e ideas que tienen bastante que ver con Ibaka y Jackson.

El explosivo atleticismo que aporta Ibaka y señala Collet, seleccionador francés, ha subido de calibre el armamento español. En la semifinal ante Macedonia, Ibaka operó como un helicóptero de rescate cuando peor lo pasaban los hermanos Gasol. ¿Y Phil Jackson...?

Hay algo del zen y la compasión interior de Jackson en la estructura de este equipo de España que aspira hoy a ser el primer bicampeón europeo tras la Yugoslavia de los años 1995 y 97. Este es el equipo armado por Pau Gasol (con ayuda de Magic Navarro) en busca del Santo Grial del oro olímpico. Y, tal como Pau ha visto y vivido en los equipos de Jackson, España entona antes de jugar, a coro, un himno de unión, en apoyo a Felipe Reyes y su reciente desgracia familiar: "Todos los días sale el sol, Felipón, todos los días sale el sol" con una música que propuso Llull desde las profundidades de su iPod. Los Bulls de Jackson rezaban el Padrenuestro. Los Lakers de Jackson­ tenían su propio coro. Y, como un derviche de 12 puntas, la España de Pau Gasol gira hacia la leyenda en torno a la tonada de "Todos los días sale el sol".

El gesto de Pau Gasol es compasivo y resplandece, excepto cuando le zurran rudos leñadores macedonios o eslovenos. Entonces muta el zen de Pau, vive el momento, y emerge una montaña furiosa, con oleadas de balcánicos colgados de los hombros. El arranque de Pau cautiva, arrastra: Navarro y Marc, guardia pretoriana de Pau, el gran guerrero zen, entran en trance. Navarro puede salir de ese trance como el Jugador Más Valioso del Eurobasket. Being in the Moment, Viviendo y Estando en el Momento.

Último paso. Manejado por un italiano, Scariolo, que sólo se ablanda ante la palabra 'ganar', este grupo zen debe volverse a coronar en Europa ante una Francia de NBA a la que ha pulverizado dos veces en un mes. Y debe igualar a aquella grandísima y terminal Yugoslavia. Quizá no le quede mucho a este fantástico equipo, quizá nos despidamos de él en Londres. Quizá no. Pero vivamos el momento. Y viviendo el momento, being in the moment, disfrutemos del momento, de este maravilloso, irrepetible equipo de España.