La fórmula Plaza destruye al campeón en San Pablo

Baloncesto | Liga Endesa | Cajasol 81-Regal Barça 75

La fórmula Plaza destruye al campeón en San Pablo

La fórmula Plaza destruye al campeón en San Pablo

TONI RODRÍGUEZ

Heroico Cajasol, que se merendó atrás al Barcelona

Piedra a piedra, como Plaza había soñado, el Cajasol destruyó al campeón. El Barça se hizo humano en Sevilla. Le pasa pocas veces, pero ayer su caída no tuvo que ver con el abandono sino con la voluntad inquebrantable de un equipo solidario y homogéneo que permite soñar a la Sevilla del baloncesto. Reducida, pero selecta y fiel. Lo del Cajasol fue una heroicidad porque el Barça tuvo un inicio perfecto (8-17), y cuando el reloj suizo de Pascual se pone en marcha ya no para. Ganar al Barça es una ecuación complejísima. Hay que multiplicar las ayudas, descubrir alternativas, descifrar sus mil códigos ofensivos. Si el Cajasol lo consiguió es porque jugó el partido perfecto. Todas las piezas del mecano de Plaza funcionaron.

Ocasión.

Cuando Guille Rubio puso por primera vez por delante al Cajasol (30-29, min. 15), todos entendieron que no podían dejar escapar el partido. Lo atrapó con dos cuartos gigantescos en defensa en los que el Barça hizo 21 puntitos y se ayudó en la capacidad ofensiva de Davis, jugador de nivel superior, y Txemi Urtasun, eterna promesa que no rompió en crack pero vive una madurez espléndida.

El Cajasol se metió a San Pablo en el bolsillo. Por cómo luchó, sí, pero también por cómo jugó y se multiplicó para frenar a las estrellas del Barça, especialmente a una de ellas. Además de todo lo bueno conocido del Barça, Eidson es para no perdérselo. Mickeal, sin embargo, es la imagen de la frustración. Atormentado por el año en blanco. Irreconocible. La fórmula Plaza salió perfecta, tanto que al Cajasol le dio tiempo incluso a saborear el triunfo.

Plaza volvió a hacer caer un imperio, como en 2007 cuando su pizarra hizo diabluras en el Madrid. Sevilla tiene un entrenador realmente bueno.