"Día nuevo, amig@s. De camino a 'El Segundo' para el primer entrenamiento de pretemporada, hay que seguir positivo". Ese es el mensaje que envió a través de su cuenta personal de Twitter Pau Gasol antes de dirigirse a su primer entrenamiento de la temporada con los Lakers, quizá el último o uno de los últimos y sin duda uno de los más extraños. El Ala-pívot está viviendo sus horas más confusas desde que es jugador de la NBA. Ya hace horas, cuando se frustró inicialmente su marcha a Houston Rockets por el veto de la NBA, había dejado claro que su postura era mantener la calma y morderse la a lengupara no dejar titulares comprometedores: "Hoy ha sido una locura pero como siempre me mantendré positivo. ¡Gracias por el apoyo y el cariño que siempre me mostráis!".
Y bien hace Pau Gasol en mantener la calma y aguardar acontecimientos porque las aguas siguen bajando muy revueltas en la NBA. Lamar Odom, otro que iba en el traspaso y que tenía que jugar, según el trade incicial, en New Orleans, se ha mostrado mucho más afectado: "Por alguna razón no quieren contar con mis servicios. No sé qué hacer. Estoy orgulloso de haber formado parte de los Lakers así que trataré de poner de mi parte para que el proceso vaya de la mejor manera posible". Después, llegó tarde al entrenamiento y estuvo poco. Se fue en cuanto pudo: formas de asumir las noticias. En el otro lado un Luis Scola, otro que iba y que quizá vaya a los Hornets, que se mostraba mucho más entero e incluso recurría al sentido del humor al asegurar que iba entrenar con los Rockets pero que era una suerte que el aeropuerto de Houston no estuviera muy lejos, "por si acaso".
Todo en el aire, otra vez
Después de un día en el que la reacción fue unánime contra una decisión de Stern que se tomó por dictatorial. Y cuando ya se hablaba de trade al traste y de un 'plan B' para Lakers que pasaba por la búsqueda de un ala-pívot, un nuevo giro ha sentado otra vez en la misma mesa a Lakers, Hornets y Blazers. Quieren hacer el traspaso y quieren ponerle el suficiente maquillaje para que la liga lo apruebe. Dell Demps, general manager de los Hornets, ha confirmado que están hablando otra vez y que el traspaso es posible. La Unión de Jugadores, mientras, ha dado a la NBA hasta el lunes: si en ese plazo no se hace ese traspaso, u otro que saqué a Paul de Nueva Orleans, tomará otras medidas que podrían pasar por los tribunales. Máxima presión.
Así que la situación vuelve a un punto parecido al de las horas previas al acuerdo finalmente echado por tierra. Todo apunta a que ese cambio que haga el traspaso 'válido' para la NBA pasa por inyectar más sangre joven en los Hornets principalmente a través de rondas de draft que completen un acuerdo que en lo básico no cambiaría: Pau Gasol jugaría en Houston, Chris Paul en LA y Scola, Kevin Martin y Dragic en los Rockets.
Stern achica agua
David Stern, mientras, capeó el temporal asegurando que el valor real de Chris Paul es mayor a lo que New Orleans Hornets iba a obtener en la operación y Hunter, en el lado de los jugadores, asegura que investigarán a fondo y que por ahora Paul no se pondrá en rebeldía y acudirá a los primeros entrenamientos de su todavía equipo, unos Hornets que serían enormemente perjudicados si Paul agota la temporada y se va libre de ataduras contractuales el próximo verano.
Otros rumores apuntaban a un recurso legal que podrían interponer los equipos implicados en el traspaso bloqueado. Pero la NBA se ha cubierto las espaldas asegurando que oficialmente han sido los Hornets y no la propia NBA los que han bloqueado el trade. El equipo de New Orleans es, no lo olvidemos, propiedad de la NBA en espera de una venta que, cree Stern, sería más difícil sin Paul como estrella mediática. Phil Jackson ya avisó en su momento del problema que podría suponer esta situación excepcional. Y puso de ejemplo la petición de trapaso de Chris Paul. Algo que se sabía que iba a llegar y que finalmente ha llegado. Además, y toda vez que las negociaciones están en marcha otra vez, este tipo de gestos de fuerza no harían más que entorpecer una negociación contra la que también clama ya Mark Cuban, dueño de los Mavericks, que asegura que el lockout se produjo por cosas así con el telón de fondo de una rivalidad siempre reconocido con los Lakers.
Pero hay más: Dwight Howard, que entraba o entra también en el plan maestro de Lakers, vuelve a estar en una situación de indefinición después de que los rumores apuntaran a que había pedido el traspaso a New Jersey Nets. Esa posibilidad fue después desmentida y los Magic, que pelean por retener a 'D12', amenazaron demandar a aquellas franquicias que hubieran contactado de forma ilegal con el pívot. Sobre la mesa dos nombres: los Nets, obvio, y, sorpresa, Houston Rockets. Movimientos de enorme calado en una horas de locura total en las que la NBA se juega buena parte de su estabilidad, una cuota notable de credibilidad y su imagen con el nuevo convenio recién ratificado y las aguas bajando muy, muy turbulentas.
